A veces solo se necesita una frase para dar vuelta a la manera en que hacemos las cosas o para animarnos a probar algo que habíamos desestimado previamente. Esto mismo me ha sucedido leyendo uno de los capítulos de un libro que te recomiendo mucho (creo que sólo está en inglés): “Time Warrior” de Steve Chandler.
Aunque me considero una persona eficiente y productiva, siempre estoy leyendo sobre nuevas técnicas o formas de pensar para seguir aprendiendo y mejorando y para ayudar más a mis clientes. En este caso, quiero compartirte una técnica sencilla pero que ha supuesto un cambio sustancial en mi productividad y te recomiendo que leas el capítulo entero del libro donde está muy bien razonada.
La técnica consiste “simplemente” (porque de fácil tiene poco) en centrarte al 100% en una sola cosa a la vez por pequeña que sea. Es una técnica que puedes aplicar tanto a nivel personal como profesional. Es decir que, si estás viendo un vídeo, solo ves el vídeo. Si estás escribiendo un mensaje, solo escribes el mensaje; si bebes agua, bebes agua y hasta que no terminas no pasas a otra cosa. Justo lo contrario de beber agua con una mano mientras tecleas el mensaje con la otra y miras de reojo partes del vídeo…
La cuestión es que leyendo este capítulo me invadió una gran tranquilidad al pensar en centrarme justamente en eso, en una sola cosa a la vez. Sólo con leerlo desapareció esa sensación de prisa interna que muchas tenemos y que nos impide centrarnos en lo que estamos haciendo sin pensar o hacer otras cosas a la vez. ¿Te suena? Sensación de prisa interna que contribuye mucho a tu estrés si no la tienes bajo control, todo hay que decirlo (e incluso si crees que la tienes bajo control).
Esto no es nada nuevo y seguro que lo has leído antes, como yo misma, pero en ese momento quizá por la forma en que está escrito el libro o porque era el momento adecuado, aunque me pareció al principio medio imposible y una pérdida de tiempo (para qué voy a esperar a “beber agua” si puedo hacer tres cosas a la vez y adelantar), decidí probarlo. Y el resultado me ha sorprendido mucho. Acabé en un día lo que me habría llevado varios, solo digo eso.
En síntesis, esta técnica consiste en obligarte a hacer lo que estás haciendo y nada más y, al acabar, pasar a lo siguiente tarea, fuese lo que fuese (es importante tener previamente establecida tu lista de prioridades). Eso sí, tuve que controlarme para no hacer otras cosas a la vez, pero mereció mucho la pena. Por ejemplo, cuando decido contestar emails, voy uno por uno y hago lo que tenga que hacer (programar una sesión, contestarlo, eliminarlo, lo que sea), y hasta que no he acabado con uno no paso al siguiente o a la siguiente tarea. Que se me viene a la mente algo que podría colgar en Twitter, en vez de hacerlo inmediatamente y dejar lo otro a medias, espero.
¡Y mira que es difícil esperar! Pero es fundamental para reacostumbrarnos a la calma y la paciencia. Que me llega un WhatsApp en el proceso, no lo miro hasta que no haya acabado, aunque piense que va a ser solo un momento. En realidad no lo sabes, porque puedes perder la concentración, acordarte de otras cosas y se acabó la productividad. Cuando estás totalmente concentrada terminas las cosas antes y, aunque como yo, pienses que en realidad las terminarías antes si haces tres a la vez, te equivocas, porque haciendo varias cosas a la vez no estás igual de concentrada que cuando solo haces una y que no tienes que perder el tiempo en reconcentrarte cuando te distraes.
Además, cuando te centras en algo al 100% te surgen ideas que podrías haber perdido si estás pensando en otras cosas (por ejemplo cuando escuchas lecciones mientras escribes…). Te aseguro que el resultado es impresionante. Quédate con esto:
“Una hora de tiempo sin interrupciones vale más que tres con interrupciones.”
Así que aquí está la técnica que más me ha ayudado esta semana. Mi recomendación: no la subestimes o la pases por alto, ese es uno de los mayores errores que cometemos, que no probamos y no mejoramos. No digo que vaya a funcionar para ti, pero si a mi que ya soy eficiente y una “multitarea” nata me ha ayudado, creo que merece la pena probarla 🙂
Haz la prueba durante un día al menos, aunque te cueste (tendrás que obligarte porque estás acostumbrada a hacer mil cosas a la vez), merece la pena, acabas más cosas y terminar tareas genera una sensación inmensa de bienestar y realización, estarás más relajada, calmada y más centrada.