La crisis financiera, que tuvo su manifestación más espectacular en la caída que experimentaron las principales bolsas del mundo en el año 2008, está teniendo en España consecuencias dramáticas por la destrucción de empleo que ha provocado, elevando la tasa del desempleo por encima del 20%, cebándose sobre todo en el colectivo de los jóvenes, cuya tasa de desempleo supera el 42%.
Esta situación está teniendo repercusiones sociales gravísimas, ya que muchas familias se han visto en una situación económica delicada al ver disminuidos sus ingresos, que en algunos casos está provocando la pérdida de sus viviendas por no poder hacer frente a los pagos de las hipotecas.
La actividad de muchos pequeños y medianos empresarios también se ha visto afectada por la crisis, ya que el descenso de la demanda ha provocado una reducción en el volumen de sus negocios con lo que han visto mermados sus ingresos viéndose obligados en muchos casos a tener que abandonar la actividad. Consecuentemente ha provocado un descenso en los ingresos públicos por vía de impuestos, lo que ha obligado a las Administraciones Públicas a tener que reducir gastos afectando a los sueldos del personal y provocando una reducción de las prestaciones sociales.
En este estado de cosas, muchas personas se están planteando como salir de la crisis en España ya que se ha convertido en un problema que afecta a todos, y encontrar la manera como salir de la crisis en España es ahora la preocupación principal de la mayor parte de los ciudadanos, como se pone de manifiesto en algunas encuestas recientes. Según la opinión de muchos expertos en economía, la solución apunta a que es necesario un cambio en el modelo económico, que en última instancia, afectará a nuestra forma de vida.
El primer cambio que se plantea como consecuencia de la situación expuesta es el replanteamiento del papel que el estado asumirá en el nuevo orden económico, que se traduce en la reducción de las prestaciones sociales, afectando principalmente al sistema público de pensiones que recientemente ha sido objeto de reformas. El segundo cambio al que estamos asistiendo es la reforma del sistema de relaciones laborales, orientada a conseguir una mayor flexibilidad para que las empresas puedan adaptar sus plantillas a las necesidades del mercado.
Ambos cambios van a traer un nuevo orden social al que tendremos que adaptarnos, y la capacidad de adaptación de la población a estos cambios es lo que determinará que tardemos más o menos en encontrar el modo como salir de la crisis en España, y dependerá en última instancia de que seamos capaces de ver los aspectos positivos que comportan estos cambios.
El cambio en el modelo de previsión social nos ayudará a concienciarnos de la importancia que tienen el ahorro y la inversión privadas y su necesidad de fomentarlos, lo que permitirá que el sistema financiero español proporcione mayores recursos a la iniciativa privada para financiar proyectos empresariales, lo que potenciará la inversión empresarial en mejorar los procesos productivos haciéndolas más competitivas, con lo que podrán crecer y crear nuevos puestos de trabajo. Esa concienciación por parte de las familias de la necesidad de ahorrar y de invertir llevará a prestar mayor atención a la planificación financiera como instrumento idóneo para alcanzar sus metas financieras, abriendo un amplio horizonte a nuevas profesiones que en otros países ya son muy populares, como es el consejero o asesor de finanzas personales y familiares.
En cuanto a la reforma del sistema de relaciones laborales, ayudará a que se desarrollen nuevas formas de trabajo, que con la expansión de las nuevas tecnologías se podrán desarrollar desde el domicilio, con lo que reducirá el número de desplazamientos, disminuyendo el tráfico en las ciudades, descendiendo la contaminación, por lo que resulta conveniente ir conociendo las posibilidades que ya se están ofreciendo en el mercado para trabajar desde casa.