Impulsar el emprendimiento se ha convertido en uno de los principales objetivos de las universidades y del gobierno. Esto se debe a que el emprendimiento es uno de los motores del desarrollo de las regiones, influyendo en la generación de empleo y crecimiento económico de las mismas.
Sin embargo, a pesar de la inversión y los esfuerzos realizados en pro del emprendimiento en el país, aún no se están obteniendo los resultados esperados, pues la cifra de informalidad en Colombia es del 48,6% según el DANE[1] y más del 70% de las nuevas empresas fracasan antes de los primeros 5 años de vida[2], dejando en evidencia que aún hay mucho trabajo por hacer para que se desarrollen empresas sostenibles.
Para entender un poco mejor qué está sucediendo, debemos adentrarnos en las universidades para ver la manera en que se está trabajando el emprendimiento. Al hacer este ejercicio, nos encontramos con varios factores en común que influyen negativamente en la formación emprendedora de los estudiantes. Estos son algunos de dichos factores:
- El emprendimiento es visto como una asignatura o como un área, lo que dificulta que la institución desarrolle una verdadera cultura emprendedora.
- Docentes que nunca han emprendido, son quienes tienen la labor de enseñar a crear empresas.
- Los métodos de enseñanza y evaluación son demasiado arcaicos, haciendo que los estudiantes se enfoquen más en aprobar la asignatura de emprendimiento que en construir un proyecto empresarial con potencial.
- No hay enfoque ni líneas definidas del tipo de emprendimiento que cada institución quiere impulsar. Pretender encasillar todos los emprendimientos en un mismo marco, genera poca objetividad y trascendencia en los resultados obtenidos.
Y la lista continua con muchos otros factores que dejan como conclusión que las universidades no tienen un modelo de emprendimiento articulado, sistemático y con trascendencia. La mayoría de ideas y proyectos de los estudiantes quedan consignadas en planes de negocios y trabajos de grado que son almacenados en la biblioteca de la universidad. Al final, depende más del estudiante y de sus habilidades personales el lograr desarrollar con éxito su proyecto.
Entonces, ¿Qué deben hacer las universidades para comenzar a desarrollar un modelo que realmente impulse el emprendimiento desde sus aulas?
En primer lugar, hay 3 puntos clave que las universidades deben tener en cuenta para construir su modelo de emprendimiento:
- Los procesos de investigación deben estar articulados con los procesos de emprendimiento e innovación. Los emprendimientos creados desde la academia deben aportar valor y generar innovación en el mercado, y, esto se logra a través de la investigación.
- El emprendimiento no es solo cuestión de los programas de administración y ciencias empresariales. Cuando el emprendimiento se convierta en un elemento transversal dentro de la institución, podremos ver proyectos empresariales que trasciendan más allá de las aulas
- Es necesario que se generen espacios de interacción entre docentes y estudiantes de diferentes carreras para impulsar la creación de equipos multidisciplinarios. Si cada programa académico “tira para su lado”, seguiremos viendo predominar emprendimientos que se limitan a sí mismos por no contar con equipos en los que múltiples visiones converjan.
En segundo lugar, los procesos de formación tradicional deben ser complementados con espacios en los que los estudiantes puedan aprender de personas que ya han asumido el reto de crear empresas. No se trata de hacer solo conferencias y talleres en los que los estudiantes se sienten a tomar notas acerca de las lecciones de empresarios exitosos, sino de espacios experienciales en los que se tengan la oportunidad de poner a prueba sus habilidades emprendedoras de la mano de expertos.
Y, en tercer lugar, los docentes deben entender que su labor no es “enseñar emprendimiento”, sino inspirar a los estudiantes para que sean ellos mismos quienes se animen a emprender y adquirir los conocimientos y habilidades necesarias para ser un empresario exitoso. Los docentes no tienen todas las respuestas, pero si son un elemento clave para lograr que los estudiantes anden por el mundo con sed de conocimiento y dispuestos a comerse el mundo con sus ideas. Necesitamos docentes que asuman el rol de mentores, que no se limiten a medir resultados con una nota.
Quisiera finalizar mencionado que veo positivo que las universidades y el gobierno inviertan en temas de emprendimiento. Es un primer paso importante, pero no nos podemos quedar en la intención, ¡Necesitamos Resultados! Es momento de dar el siguiente paso y lograr que los procesos dentro de la academia sean un impulso para el emprendimiento y no un obstáculo para el mismo.
[1] https://www.dane.gov.co/index.php/estadisticas-por-tema/mercado-laboral/empleo-informal-y-seguridad-social
[2] http://www.eltiempo.com/archivo/documento/CMS-16511594