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Cómo hacer una lluvia de ideas efectiva

Generar buenas ideas para la supervivencia y el crecimiento del negocio, se nos hace bastante difícil esto entre otras razones porque primero estamos pensando en las soluciones que no están buscando los clientes, en lugar de poner los ojos en el problema que nos está planteando el cliente y  que él está esperando que le resolvamos.

Son los mismos clientes los que demandan la necesidad de un nuevo producto o servicio, ellos se encargan de pedirlo. Es como cuando se monta una miscelánea, son los clientes que comienzan a preguntar por tal o cual producto y el dueño del negocio lo que debe hacer simplemente es proveerlo. Bueno esta es la manera más simple de resolver la demanda de un cliente, pero se presentan problemas un tanto más complejos de resolver.

En este último caso hay que acudir a técnicas que ayuden a generar ideas efectivas, como es la lluvia de ideas, para solucionar el problema, aquello que el cliente busca que le resolvamos.

La lluvia de ideas es un trabajo que se hace en equipo, pero quizás te estés preguntando ¿trabajar en equipo ayuda a que las ideas se hagan realidad o al contrario?

La respuesta incluye ambas posibilidades. Por un lado, una idea aislada puede tomar forma con la ayuda de otras personas. En este sentido, que “dos cabezas piensan más que una” es una verdad irrefutable. Pero es mejor empezar solo y después incorporar más gente para tener una lluvia de ideas.

Según los expertos, cuando el problema es simple, como por ejemplo elegir el nombre de un nuevo producto, algunas veces es más productivo trabajar solo. “Las personas que trabajan solas obtienen una lista más larga y completa de ideas”

Pero hay recomendaciones más amplias para hacer una lluvia de ideas efectiva, apoyadas en que hay trabajar en equipo, conocer el mercado y aplicar unas reglas para lograr un proceso de lluvia de ideas exitoso, planteadas en el artículo que encontré en Soy Entrepreneur y que te transcribo a continuación:

“Otra manera de obtener resultados es pedirles a los miembros de tu equipo que trabajen por separado y que aporten sus notas en una lluvia de ideas de grupo. “El beneficio de esta sinergia es que alguien puede tener una idea excelente acerca de algo, pero no saber nada de otras cosas.

Además, este sistema puede inspirar a otros para cuadrar todos los componentes al final”, explica el doctor R. Keith Sawyer, profesor de psicología, educación y negocios de la Universidad de Washington. Cuidado: no dejes que la reunión se atasque en un solo tópico, deja que todos participen.

Una junta creativa debería tener entre dos y 10 miembros, no más. Si cada uno tiene un perfil diferente es mucho mejor para obtener esta pluralidad que los expertos llaman “diversidad cognitiva”. En este sentido es importante que “el material conceptual de tu cerebro sea diferente al de las otras personas”, subraya el experto.

Luego de una primera reunión, planea una sesión de seguimiento (una semana después) para ver si alguien ha pensado en una nueva forma de llevar a cabo las ideas propuestas en la junta anterior. Sawyer explica que en investigación creativa este periodo se denomina incubación, donde la mente autoconsciente empieza a trabajar en la información recopilada y de pronto surge la catarsis de la iluminación.

En ocasiones, las mejores ideas se dan de manera casual o a raíz de encuentros fortuitos. Si eres el dueño de la compañía, debes alentar el trabajo en equipo y la comunicación. Por ejemplo, cómo olvidar la creación de los post-its: un día después de una junta en 3M, Art Fry estaba platicando con un científico acerca de un nuevo adhesivo que quería comercializar. Y después, mientras cantaba en el coro de su iglesia, se le ocurrió la magnífica idea de las notas adhesivas que hasta hoy son un artículo de consumo regular.

David Romero, director del Centro de Consultoría e Innovación Empresarial y Financiera del Tecnológico de Monterrey, campus Ciudad de México, quien conoce a profundidad los planteamientos de Alex Osterwalder, aclara: “estamos acostumbrados a pensar directamente en una solución. Sin embargo, lo recomendable es primero entender el contexto, el problema, aquello que el cliente busca que le resolvamos”.

Para ello, una opción es plantear un modelo de matrices: divide una hoja en varias columnas. La primera debe de contener el problema y en las subsiguientes debes anotar las posibles soluciones, que se irán descartando al encontrar la más viable.

Como también es importante la aplicación de un conjunto de reglas. Seguirlas rigurosamente te ayudará a maximizar el número de ideas ejecutables. Así que toma nota de ellas:

Mantener el enfoque. Comienza por definir el problema en cuestión, idealmente debe estar en torno a la necesidad del cliente. No dejes que la discusión se aleje demasiado de este punto.

Cumplir las reglas. Es recomendable aclarar de antemano las normas y que todos las cumplan. Éstas pueden incluir: “hacer juicios al final”, “tener una conversación a la vez”, “privilegiar la cantidad”, “ser visual” y “fomentar ideas disparatadas, diferentes”.

Pensar visualmente. Escribe las ideas o dibújalas en donde todo el mundo pueda verlas, anótalas en post-its para poder moverlas y reagruparlas.

Preparar. Antes de tener una lluvia de ideas es aconsejable realizar una dinámica o inducción al tema en cuestión. Puede ser un viaje, conversaciones con clientes o un taller, entre otras actividades.”

Te deseo muchos éxitos,

Ricardo Torres G.
Creador de Cómo Crear Empresa
Consejos para crear tu empresa

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