El emprendimiento y la innovación se han convertido en temas primordiales de nuestro día a día, pero ¿es realmente posible combinar las claves y herramientas de ambos conceptos?, es decir, ¿es posible emprender teniendo en cuenta las herramientas que propician la innovación?
A todos nos encanta la idea de crear o pertenecer a una empresa innovadora. Y no digamos la posibilidad de crear y desarrollar un proyecto que tenga la innovación como bandera. Pero ¿es posible innovar en un mercado como el actual? ¿Cómo podemos desarrollar un proyecto empresarial innovador?
Pese a que contestar a estas preguntas no es tarea sencilla, la mayoría de los expertos, entre ellos Franc Ponti, coinciden en varios de los siguientes puntos:
1.- Las ideas claras.
¿Hacia donde queremos ir? “Ningún viento es favorable para quien no sabe hacia donde va” decía Séneca.
Tener una visión clara nos orienta y nos aporta referencias para avanzar. No importa ajustar nuestros objetivos mas adelante si es necesario, forma parte del proceso, lo importante es que todos nuestros movimientos se realicen en coherencia con nuestras metas, esto nos permitirá diseñar planes de acción inteligentes que nos faciliten alcanzarlas.
2.- Aplicación global
¿Quieres que tu empresa sea innovadora? Muy bien, pues plantéate cómo entiendes tú la innovación.
¿Para qué quieres una empresa innovadora? Las razones pueden ser muy variadas, a unos por obtener una mayor rentabilidad, a otros por el placer de hacer las cosas mejor, para ser más competitivos en el mercado o líderes en el sector…
La creatividad y la innovación son de aplicación en todas y cada uno de las áreas y sistemas de la empresa ¿cómo lo vas a hacer?
Si eres un líder comprometido con la innovación tu comportamiento como directivo no debería estar anclado en el pasado. Por ejemplo, sería poco aceptable tener una empresa muy innovadora en lo relacionado con el servicio que ofrece y una dirección de los recursos humanos basada en la “cultura del látigo”.
3.- Se trata de cambiar.
Queremos hacer las cosas de un modo que no se haya hecho antes, iniciar (o reinventar) algo inteligentemente, buscar nuevas formas de acercarse a los clientes, diseñar un modo de gestión distinto, reenfocar el negocio, etc.
Con frecuencia hablamos de la resistencia al cambio de las personas. A las organizaciones les ocurre lo mismo. Hemos sido diseñados para aferrarnos a aquello que consideramos que hacemos bien (o que simplemente nos proporciona resultados aceptables) y no cambiarlo.
La mente humana es altamente proteccionista e intenta en todo momento evitarnos sufrimientos. El problema surge cuando la inacción nos puede generar muchos mas inconvenientes que la acción. Ser conscientes de la necesidad de avanzar es imprescindible.
4.- Cuenta con tu equipo.
Una vez definidas las metas, llega el momento de crear el instrumento que impulse las acciones necesarias para alcanzarlas. Un equipo sólido con una visión compartida.
Si la visión no es común, alcanzar los objetivos será mucho mas difícil porque innovar es una tarea colectiva.
¿Cómo alinear los objetivos de la empresa con los de las personas? ¿Cómo crear una cultura de empresa que favorezca la innovación? Existen diferentes herramientas de Management y Recursos Humanos específicamente diseñadas para ello que desarrollaremos en futuros artículos.
5.- Anticípate al futuro.
Se trata de crear mecanismos para recibir, analizar y sacar conclusiones de forma sistematizada de la información del exterior de la empresa.
La observación metódica nos indica por donde irán los tiros en el futuro. Busca inspiración como una actividad más.
Cuando analicemos esa información, esas pistas, llegaremos a las tendencias ¿cómo obtener valor de las tendencias del mercado aplicándolas a un área específica?
6.- Fomenta el Pensamiento colectivo y crea procesos que faciliten la conversión de las ideas en realidad.
Muchos de los inventos de los que disfrutamos habitualmente han sido concebidos como resultado del trabajo creativo en equipo. Es más, existen diferentes técnicas específicamente diseñadas para facilitar el desarrollo colectivo de ideas (el brainstorming, la más conocida).
El neurólogo Antonio Damasio afirma que si un grupo de personas llega a determinados grados de compenetración y calidad en el trabajo conjunto, sus ondas cerebrales se sincronizan, creando un lenguaje propio.
Otros autores afirman que en un trabajo colectivo se puede experimentar la sensación de fluidez, la fusión del ego con el equipo y el cambio de referencias temporales (la sensación del transcurso rápido del tiempo) ¿Te ha ocurrido alguna vez?
En definitiva, emprender orientándose hacia la innovación no sólo es posible, sino también deseable, requiere un planteamiento claro y una visión compartida por todos los integrantes de la empresa.
Recuerda que eres dueñ@ de tu vida, convierte tu libertad en valor.
Sobre la autora:
Isabel Gómez, es coach ejecutiva y personal.
Licenciada en Ciencias del Trabajo, Master en Marketing, MBA y Emprendedora vocacional.
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Twitter: @_isabel_gomez
Bibliografía – Para saber mas:
- Las diez caras de la innovación: Estrategias para una creatividad excelente (Empresa (paidos) de Tom Kelley.
- El ADN del innovador: Claves para dominar las cinco habilidades que necesitan los innovadores Deusto de Clayton M. Christensen.
- ¡Innovación! – Siete movimientos para construir una empresa de Franc Ponti.
- El error de Descartes: la emoción, la razón y el cerebro humano. Antonio Damasio. Editorial Crítica.