Uno de los fenómenos más frecuentes en nuestra vida es el conflicto. Se inicia cuando alguien te hace algo que consideras injusto y, por tanto, te enfadas. En ocasiones, ese enfado se diluye con el tiempo, pero otras veces el malestar continúa transformándose en rencor.
Resolver los conflictos es francamente difícil y la realidad es que la infelicidad de muchas personas viene por la gran cantidad de conflictos mal gestionados que han acumulado. ¿Cómo se pueden solucionar esas situaciones? Solo hay una forma: aprender a perdonar.
Para aprender a perdonar tienes que saber cómo te afecta el rencor
Todos somos diferentes. Tu forma de pensar, sentir o actuar es distinta de la de otras personas, lo cual es una fuente de enriquecimiento personal entre unos y otro, pero también es un pozo de malentendidos que muchas veces derivan en conflictos.
Cuando el conflicto no se resuelve, puede surgir rencor.
Las personas más propensas a desarrollarlo son las que se toman ciertos comentarios o acciones como ofensas personales hacia ellos.
El rencor es la herida que supura y no se cura nunca. Tienes grabada a fuego esa ofensa y la recuerdas constantemente, lo cual te hace infeliz y afecta negativamente a tus relaciones. Incluso te lleva a protegerte para no sentir dolor de nuevo, pero eso tampoco es positivo en tu interacción con los demás.
¿Cómo puedes dejar a un lado el rencor?
La única forma es aprender a perdonar; pero cuidado con esto. Muchos dicen que perdonan, pero no olvidan; y no, esto no es perdonar.
El perdón ha de ser sincero, interno y completo. Es importante ponerse en los zapatos de la persona que te ha ofendido para saber cómo siente y ser capaz de mirar con ojos nuevos esas palabras y acciones que te afectaron. Entonces te darás cuenta de que quizá esa persona no actuó con maldad, sino más bien de forma ignorante o inconsciente.
El perdón libera el rencor acumulado.
Se trata de una decisión que tomas conscientemente, la cual nace de la comprensión. Cuando perdonas de verdad te das la oportunidad de liberarte y avanzar.
¿Por qué cuesta tanto perdonar?
Es curioso que el perdón sea tan difícil teniendo en cuenta sus beneficios. Pero es así: perdonar cuesta porque en muchas ocasiones el orgullo y el ego pueden con nosotros. En este caso, has de darte cuenta que si perdonas vas a salir ganando. Te vas a liberar de la carga emocional negativa que bloquea tus relaciones.
Aprende a perdonar, esfuérzate para lograrlo. Es uno de los mejores regalos que puedes hacerte a ti y hacer a los demás.
¿Existen personas a las que guardas rencor y te invade un sentimiento negativo cuando las ves? ¿Te gustaría perdonarlas, pero te resulta imposible?
Descárgate mi audio El poder del perdón. En él te enseño a liberarte de la culpa y el dolor para que camines hacia tu futuro disfrutando de la vida.
Cuando hayas escuchado el audio, cuéntame: ¿qué te impide perdonar? ¿Cómo te sentirías si perdonaras? Déjame un comentario con tu experiencia y así puedo conocerte y ayudarte.
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