El cliente moroso siempre ha existido y más o menos hemos podido sortearlo una vez conocemos sus artimañas y referencias. Sin embargo, este perfil estaba muy definido hace unos años y podríamos decir que “eran unos pocos miles”, hoy en día, esos pocos miles se han convertido en cientos de miles debido a la crisis de crédito que actualmente estamos atravesando. Los impagos han aumentado y ese perfil del moroso tradicional que todos hemos conocido, se ha extendido y mutado a clientes que por A o B no pueden hacer frente a sus pagos por no encontrar créditos bancarios que le permitan continuar con su actividad.
Uno de los problemas que nos encontramos los empresarios a la hora de abordar esta situación es el “afecto” que hemos adquirido sobre ese cliente que hasta hace unos meses siempre ha cumplido con sus pagos, planteamientos como “No puedo denunciarle por 6000€, esperaré a ver qué ocurre, es un cliente de siempre”, son muy frecuentes sin embargo, no debemos preguntarnos cómo sino por qué lo hacemos, queremos y necesitamos este capital para poder seguir cumpliendo con nuestros propios compromisos. Tenemos que aprender a dejar de lado el conformismo y la tradición, y optar por asumir nuestra responsabilidad como acreedores.
Es por esto que para los nuevos acuerdos que firmemos con nuestros clientes, tendremos que recopilar toda la información posible acerca de su patrimonio y su actividad comercial. No se trata de realizar un estudio a fondo, simplemente tendremos que tener la certeza de que pueda pagar aquello que solicita. Son muchos los que por situaciones involuntarias se ven sometidos a la morosidad, pero también los hay que se aprovechan de esta situación.
Acude a los registros públicos y comprueba que aquella empresa que te está realizando el pedido se encuentra correctamente registrada como tal, observa quienes son sus socios, su año de creación y todas las personas que se hacen cargo de su administración entre otros datos no menos importantes. Recuerda que el registro mercantil suele ir despacio en temas de actualización de las empresas, por lo que es probable que aún no encuentres alguna referencia actual sobre ésta.
No te olvides de visitar aquellas listas en las que se incluyen los datos de morosos que no han cumplido con sus obligaciones de pago. El RAI es una lista oficial española creada para personas con deudas superiores a los 300 euros. Aquí podremos consultar todos sus datos.
No obstante también podremos solicitar informes jurídicos y otro tipo de servicios con costes adicionales. La cuestión es emplear todas las medidas posibles para que evitemos tener problemas posteriores con el pago del cliente. En estos tiempo, toda prevención es poca.