LIDERAZGO EN LA EMPRESA
Una de las principales preocupaciones de cualquier gerente que conduce las riendas de su empresa se basa en la obtención de ingresos, mantenerla a flote y cubrir aquellos objetivos que se han establecido como alcanzar una mayor competitividad, pero no debe de quedar ahí, cuando hablamos de liderazgo no se trata de realizar una comparación de galones entre cada uno de los gerentes, directores y jefes de departamento de la empresa, sino de la capacidad para poder tomar una serie de determinadas decisiones que influirán positiva o negativamente en el rendimiento de los trabajadores y el destino de la empresa.
Influir en el rendimiento de la plantilla es una de las cualidades que debe saber manejar completamente un gerente, además de mantener la imagen de la empresa, conseguir una reputación entre los proveedores y clientes, y conseguir convertirse en un punto de referencia para el resto de trabajadores. Reinventarse, todo líder debe permanecer constantemente actualizándose y aplicando técnicas que permitan tomar la determinación correcta ante las diversas situaciones a las que se enfrenta diariamente.
A continuación, vamos a destacar una serie de cualidades que deben destacar en aquello que relacionamos con el liderazgo en una empresa, cuya dominación favorece el crecimiento de ésta, tanto en las relaciones externas como en el desarrollo de los propios trabajadores:
- Comunicación: Sin un dialogo fluido entre el personal de la empresa no conoceremos aquellos aspectos que se han de reforzar, por lo que es recomendable escuchar y mantener constantemente una actitud abierta y respetuosa con la plantilla. Una de las medidas posibles a tomar sería habilitar una zona o establecer una sesión de comunicación periódica donde todos aquellos que lo deseen puedan opinar y contribuir en el desarrollo de la empresa.
- Visión de futuro e innovación: Estas cualidades determinan en la mayoría de los casos el camino por el que optamos conducir a nuestra empresa. Aplicar las nuevas tecnologías y técnicas en nuestros procesos más habituales pueden aportarnos ventajas que permitan aumentar nuestros niveles de producción y servicios.
- Humildad: Uno de los pilares en el desarrollo de nuestra labor, debemos mostrar siempre nuestra cara más humilde, de nada sirve abarcar todo lo posible si luego nuestra capacidad no nos permite ofrecer un buen servicio. Si debemos empezar desde cero, lo hacemos y al igual sucede con las relaciones entre nuestros empleados, tendremos que mantener un buen clima de cordialidad y apoyo mutuo.
- Respeto: El respeto hacia nuestros trabajadores y clientes es fundamental tanto para mantener un buen ambiente de trabajo como para conseguir la ansiada sonrisa de satisfacción con el cliente. Ambos deben recibir nuestra mejor versión ya que ellos ven en nosotros la imagen global de la empresa. Cuanto más respeto y profesionalidad ofrezcamos, mejores resultados obtendremos.