Proyectos que empiezan y no terminan, proyectos que se entregan fuera de plazo, proyectos que terminan incurriendo en gastos que no pueden asumir… Las causas del fracaso de proyectos son muchas pero las consecuencias siempre las mismas: mala imagen de empresa, penalizaciones, pérdida de clientes, gastos extra e, incluso, muchas veces, también pueden derivar en conflictos internos.
Fracaso de proyectos: causas más frecuentes
Conocer las causas del fracaso de proyectos más frecuentes es el primer paso para poder evitar que esto suceda. Dentro de los motivos que alejan a la Dirección de Proyecto del éxito en su cometido, existen dos especialmente relevantes y de importancia crítica, puesto que su frecuencia de aparición es superior a otras causas de fracaso de proyectos. Se trata de los siguientes:
- Gestión del riesgo insuficiente: sucede cuando no se plantea de forma proactiva y se carece de un plan de gestión del riesgo o éste no está integrado con la estrategia general. Sus efectos adversos pueden extenderse si, pese a haber observado las medidas anteriores, se ha fallado en su transmisión a todo el equipo, por errores en la comunicación.
- Planteamiento de objetivos poco realistas o difíciles de alcanzar: por basarse en datos faltos de calidad, o si la definición de la estrategia de proyecto no se ha llevado a cabo en un entorno colaborativo. Aunque, en ocasiones, este error tiene lugar por la falta de experiencia por parte de la Dirección en la utilización de alguna de las metodologías de gestión de proyectos.
Quién puede evitar el fracaso de los proyectos
La Escuela online de OBS ha lanzado un libro que reúne, identifica y analiza las causas de fracaso de proyectos más comunes y explica cómo evitarlas. En el enlace puedes descargártelo gratis para ampliar tus conocimientos en la materia.
La formación y la información son las únicas herramientas para luchar contra las barreras que impiden entregar un proyecto en el plazo establecido, cumpliendo con los estándares de calidad requeridos y sin haber superado las previsiones de presupuesto y recursos disponibles.
Por ello, es tarea de la Dirección de Proyectos observar algunas de las mejores prácticas en relación con su rol, entre las que destacan:
- Mantenerse actualizado y siempre bien informado.
- Potenciar la comunicación en un entorno de transparencia.
- Priorizar el seguimiento.
- Estar atento a los detalles y ser capaz de predecir las tendencias.
- Ser preciso en el establecimiento de prioridades.
Métodos que te ayudan a prevenir el fracaso de proyectos
Apoyarse en la tecnología suele ser positivo para mejorar la capacidad de control sobre el proyecto. Sin embargo, antes de perderse en elecciones de software, hay que tener en cuenta que la mayoría de ellos se basan en metodologías para la gestión de proyectos existentes, por lo que puede ser interesante conocer mejor cada una de ellas para saber cuál es la que más conviene.
Entre las más empleadas se encuentran:
- Método de la cadena crítica.
- Método de la ruta crítica.
- PERT.
- Marco lógico.
Aunque, sin ninguna duda, la que ha sido más veces puesta en práctica y mayores ventajas reporta, en cuanto a la claridad y simplificación que ofrece en la etapa de planificación, es el Diagrama de Gantt.
Utilizarlo en la gestión de proyectos ayuda a establecer prioridades y permite adquirir una visión más clara y realista de las actividades en que el proyecto se descompone, su duración y dependencias. Puedes conocer más sobre esta metodología en el siguiente enlace, donde podrás conseguir un ebook gratuito donde se explica todo lo que necesitas saber sobre el Diagrama de Gantt paso a paso.
Acerca del autor: Este articulo fue escrito por Dirk J. Breeuwer, Account Executive en InboundCycle