Los buenos hábitos en nuestra vida diaria son indispensables para llevar un estilo de vida más saludable en todos los sentidos. En los negocios tener buenos hábitos es igual de importante.
Tener las finanzas bajo control es absolutamente necesario para tener un negocio saludable y explotar su potencial de crecimiento. Sabemos que a veces organizarte y mantener unas finanzas saludables puede ser complicado, por eso preparamos una lista de hábitos que te ayudarán a hacerlo más fácilmente (lo mejor es que también funcionan en tus finanzas personales).
Planea
Procura tener un plan general mensual de gastos, considera los gastos básicos de cada mes como el pago de servicios, renta, materia prima que debas comprar, etc. Si ya estás teniendo ganancias también es recomendable incluir una cantidad o un porcentaje destinado a la reinversión y ahorro.
Lleva un registro
Lleva el registro de todos tus gastos, TODOS, y mantén los recibos y facturas organizados. Día con día registra todos los gastos que realices, incluso los más pequeños, como el estacionamiento que pagaste al realizar un trámite. Contar con este historial de gastos te permitirá identificar fácilmente en qué se gasta el dinero, detectar fugas e incluso gastos que pudieran reducirse.
Haz una conciliación de gastos
Compara el presupuesto que hiciste a fin de mes con tu registro de gastos. Checa cuáles hiciste sin tenerlos planeados, en cuáles te saliste del presupuesto asignado o cuáles gastos no hiciste o redujiste y tuviste “dinero de sobra”.
Elimina y reduce gastos
Identifica los gastos innecesarios que puedes reducir o eliminar por completo (si es que los hay). En el presupuesto del siguiente mes, en lugar de incluirlos prohíbelos y trata de apegarte lo más posible al plan. Para que tengas más claro cuáles son los gastos en los que podrías estar ahorrando comienza por estos:
- Compra de cosas que no son necesarias para las operaciones de tu negocio.
- Si tienes un local ahorra energía, además de estar reduciendo tus gastos vas a cuidar al planeta.
- Gastos hormiga (y quizá personales). Esos pequeños gastos que poco a poco van vaciando la caja chica, como los cigarros, los chicles, refrescos, snacks de media tarde, etc.
- Servicios de gastos elevados, los ejemplos más simples son el cable y el teléfono. Si no estás aprovechando los paquetes que estás pagando reconsidera bajarte a un plan más económico.
¿Y el ahorro?
Para que el ahorro que estableciste en tu plan mensual realmente se convierta en ahorro, crea un fondo exclusivo para esta meta y haz depósitos constantes, pues tener el dinero a la mano puede hacer que lo vayas gastando “sin querer”. Es importante que contemples tener un fondo de emergencia para que estés preparado en caso de imprevistos.
Hay veces que no estamos preparados ante las emergencias, y hay opciones, como los créditos personales que pueden salvarte de muchas. Sin embargo, debes usarlos siempre con prudencia y no por eso olvidarte de seguir alimentando tu fondo de emergencia.
Adopta la planeación, el ahorro y el gasto razonable entre tus buenos hábitos, de inmediato verás los resultados y te encantará tener la liquidez que tu negocio necesitas y deudas mínimas.