Un problema que surgió, con el furor de Internet y la posterior posibilidad de que la comunicación empresas-consumidores dejase de ser unilateral para convertirse en bilateral; fue el representado por el hecho del cómo se iba ahora a interactuar con el cliente en estas condiciones que impone la web 3.0 y que produjo el nacimiento de conceptos que se hicieron tendencias como el Social Media, Marketing Mobile, entre otros; y para el que hoy, una empresa canadiense de nombre Kik, propone como solución los denominados “chatbots”; avatares virtuales que tienen una conversación, muy parecida a una vídeo-llamada con el usuario.
Su fundador, Ted Livingston, afirmó en una reciente entrevista que los chatbots son el comienzo de un servicio que romperá las barreras, producidas por los factores ya mencionados, entre marcas y consumidor.
Estos entretenidos personajes, conversarán con el usuario, como lo haría cualquier amigo, pero en representación de algunas empresas y marcas, y se planea lleguen a estar prestos para resolver solicitudes, quejas, escuchar sugerencias y encargarse de que la conversación con el cliente sea algo ameno, evitando a toda costa hablar más de la cuenta y decir cosas que puedan llegar a perjudicar a la compañía que representan.
En Estados Unidos, actualmente, cuatro de cada diez adolescentes son usuarios de esta plataforma que ofrece servicios de chat, por lo visto muy populares entre el público norteamericano.
La tecnología se encarga actualmente de buscar medios para facilitar las cosas al usuario y se alza actualmente como importantísima herramienta para las marcas, que por medio de ella, logran ofrecer cada vez mejores experiencias a los consumidores; como ésta novedad sobre la que giran las presentes palabras.