La ley de Pareto puede ser aplicada a diversos acontecimientos de la vida personal, empresarial, social y económica. Su principio fundamental afirma que el 80% de los problemas o efectos de un fenómeno tienen un origen en un 20% de sus causas, por eso se le llama la regla 80/20.
«El 80% de las consecuencias derivan de un 20% de las causas.»
¿Cómo aplicar la ley de Pareto?
La respuesta está en enfocarnos en las tareas que realmente son importantes para el desarrollo de un proyecto y prestar menos atención a las cosas que resultan triviales.
Desde el punto de vista del crecimiento personal es factible aplicar la ley de Pareto, la forma práctica de hacerlo es dedicar al menos el 80% de nuestro tiempo, energía, conocimientos y habilidades a las metas que consideramos más importantes.
Detrás del enfoque se esconde un inmenso poder y muchas veces ni siquiera nos damos cuenta de ello. Después de un período de trabajo disciplinado en determinado objetivo, se genera un marcado cambio en el estado mental, lo que nos lleva a resultados extraordinarios.
En un mundo repleto de información y tantos estímulos es muy fácil dispersar la mente y luego encontrarnos que tan estamos dedicando menos del 50 o 40% de nuestro tiempo a las tareas que realmente son importantes. Luego nos preguntamos ¿por qué no se están obteniendo los resultados que se quieren? La respuesta es clara, la atención es insuficiente.