Amarse a uno mismo significa vivir en coherencia contigo mismo y aceptar tus cualidades y defectos, sin condiciones.
Sin embargo, muchos de nosotros no somos felices porque vivimos desconectados de nuestro corazón.
De ahí que hay personas que no soportan estar consigo mismas, en silencio y sin hacer nada. Y teniendo en cuenta que la sociedad nos condiciona para creer que el amor hacia nosotros mismos es un acto de egoísmo, solemos esperar que alguien externo a nosotros, nos ame para dejar de sentirnos incompletos, insatisfechos e infelices.
Tener alta autoestima es imposible sin la aceptación y el amor hacia uno mismo.
Amarse a uno mismo significa por una parte saber quién eres, escucharte, aceptarte, apreciarte, valorarte y respetarte. Y por otra parte aceptar tus cualidades y defectos, sin condiciones.
Por desgracia, muchos de nosotros no queremos amarnos a nosotros mismos hasta cuándo: encontramos la pareja ideal, encontramos el empleo que tanto anhelamos, tengamos la casa de nuestros sueños, perdamos peso, etc. En otras palabras, no estamos dispuestos a amarnos a nosotros mismos sin condiciones.
En mi pasado, una de las razones por las que estaba sufriendo y sentía que mi vida no tenía sentido, era porque no me amaba a mí, por lo tanto no me valoraba y no me respetaba.
Y cuando uno no se ama y no se respeta, no puede pretender que los demás lo hagan, ni tampoco pueden exigirles respeto. Por eso es tan importante amarnos a nosotros mismos.
“Cuando nos amamos a nosotros mismos, nos valoramos y respetamos, y cuando nos valoramos enseñamos a los demás a tratarnos.” Melania Garbú
Cuando te amas a ti mismo, no es necesario controlar y dominar a los demás, ni tampoco permites que otros te controles, te dominen, te maltraten, te humillen o te intimiden. Y cuanto más te amas a ti mismo, más amor tienes para dar a los demás. Y cuanto más das, más recibes.
Así que, os invito a cada uno de vosotros, a escuchar y conectar con esa parte amorosa de vosotros mismos, que ha estado tratando de guiaros hacia vuestro propio camino.
Y recordar, que la relación más importante que tenemos es con nosotros mismos y que necesitamos constantemente aprender, experimentar y superar los obstáculos que a veces se interponen en nuestro camino.
Y voy a terminar con una última reflexión.
Hay otra manera de vivir la vida, pero para eso tenemos que estar dispuestos a mirar hacia nuestro interior y darnos cuenta de que somos mucho más de lo que la sociedad piensa que somos y podemos hacer.
Tenemos que estar dispuestos a:
- Dejar de luchar contra nosotros mismos y perdonarnos por permitirles a los demás que nos hagan daño y que nos traten mal.
- Practicar la gratitud, aquí y ahora. Sentirnos agradecidos por quiénes somos, por todo lo que nos rodea y por toda la abundancia del Universo.
- En enfocar nuestras conciencias en el amor hacia nosotros mismos y hacia los demás. Porque cuando nos amamos, nos valoramos y respetamos, y cuando nos valoramos, enseñamos a los demás a tratarnos.
En nosotros está la responsabilidad de sentir que somos suficientes, recuperar nuestro poder personal y empezar a vivir nuestra propia vida, sin victimismo y sin culpables.
Porque cuando sentimos que somos suficientes, sólo entonces dejaremos de gritar y sufrir y empezaremos a escuchar y conectar con nosotros mismos. Empezaremos a vivir nuestra vida por elección, asumiendo en cada momento, quienes somos y cómo queremos vivir nuestras vidas: desde el amor y la abundancia o desde el conformismo y el miedo.
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