El remplazo del cobre por el aluminio como material conductor en los sistemas eléctricos utilizados en los coches enchufables cada vez está más cerca, pues científicos de la Universidad Técnica de Múnich, en Alemania, están llevando a cabo un proyecto a través del cual sentarán las bases que servirán para llevar el procedimiento a cabo.
El principal motivo de llevar a cabo este reemplazo, es que el aluminio tiene un precio mucho inferior al del cobre y también es más ligero. Los novedosos conectores eléctricos, se basan en la conductividad a través del aluminio en lugar del cobre, por lo que se produce un importante descenso del paso total del conjunto haciéndolo mucho más económico. Si a esto le sumamos las grandes posibilidades que ofrece el reciclaje del aluminio, estaremos ante un cambio cuento menos, interesante.
Estos nuevos dispositivos realizados a partir del aluminio podrían resultar verdaderamente interesantes en los vehículos 100% eléctricos. Sin embargo, para que se pueda llegar a remplazar el cobre con el aluminio en todos los sistemas que actúan como fuente de alimentación, es necesario suprimir algunos inconvenientes tecnológicos.
Por lo general, los problemas se relacionan con el comportamiento del aluminio cuando ha de soportar temperaturas demasiado elevadas, algo que ocurre frecuentemente cuando un coche está en funcionamiento. Otra opción posible sería utilizar elementos a base de aluminio en los cables y, realizar dispositivos a base de cobre para las zonas de conexión, aunque esto también podría derivar más inconvenientes, pues se trataría de un cableado muy propenso a la corrosión.
Sin embargo, los investigadores esperan que los sistemas de alta tensión incorporados en los elementos de la mayoría de vehículos eléctricos, se desarrollen a base de aluminio en 2020.
Por la importancia que el aluminio tiene en las labores de recuperación realizadas en las chatarrerías españolas es determinante, pues solo así podremos conseguir reducir el consumo de materias primas procedentes de la minería y sustituirlo por el aluminio reciclado, que tiene las mismas propiedades que el original.