Estamos acostumbrados a que si algo te incomoda o te molesta, hay que ocultarlo o aguantártela… ¿No?
Como una tierrita inoportuna que aparece cuando terminaste de limpiar… y se esconde bajo la alfombra…
Soy Gaby Turiano y hoy quiero darte una alternativa, una visión bien diferente sobre esta «incomodidad»… a ver si te animas a jugar conmigo:
¿Qué te incomoda de tu negocio hoy?
¿Qué te está molestando?
…Esa estrategia que estás usando para darte a conocer o captar nuevos clientes no te cierra para nada?
…Te molesta tener que aprender lo que el gurú de marketing del momento te dice que ES la estrategia imprescindible si quieres tener éxito?
…Esa táctica o pitch de ventas agresivo que te dijeron que tienes que “usar sí o sí” para que los clientes te digan que sí?
…Este programa o servicio que ya no te gusta darlo, porque cambiaste, evolucionaste y ya no te entusiasma pero te cubre los gastos?
…Ese cliente que te quema la cabeza y no te valora, pero te da culpa “abandonarlo”?
…Estás trabajando demasiadas horas y no ves la forma de parar?
O tal vez es algo más profundo… como que quieres pivotear y darle otro rumbo a tu negocio pero no sabes exactamente qué es lo que “te llama”…
…O sientes que quieres hacer algo más original pero no sabes ni por dónde empezar?
👉 Yo te digo por dónde empezar… empieza por ESCUCHARTE 😎
Algo que experimenté y aprendí especialmente el último año es que puedes elegir ver a esa incomodidad como el puente para crear algo nuevo. Esa incomodidad está ahí para decirte algo… ¡no te la aguantes ni la ocultes!
Por eso te dejo este ejercicio paso a paso para sacarle provecho a este mal rato que estás pasando en tu negocio, y te sumo un ejemplo mío muy muy habitual para que veas cómo puedes ir evolucionando este ejercicio con este nuevo concepto que quiero que incorpores 👇👇👇
¿Listo? Vamos…
Paso 1 – Escúchate… ¿Qué es EXACTAMENTE lo que te está incomodando?
Si puedes escribir, a mano, todo lo que te está incomodando… mucho mejor. Cuéntate toda la situación, como si se lo estuvieras contando a un amigo.
¿Cuál es el diálogo que estás teniendo en tu cabeza sobre esto? Sácalo y ponlo en el papel.
Mi ejemplo: a mí me incomoda estar todos los días en las redes sociales. Me gusta conectar con mis seguidores y darles mis ideas y consejos porque considero que son aire fresco, un alivio a lo que se ve diariamente que es estrategias rígidas, tácticas agresivas y consejos enlatados sin tener en cuenta la personalidad y estilo de quien las tiene que aplicar. Sé que lo que les ofrezco les viene bien pero crear contenido se me está haciendo un suplicio, y por otro lado me gusta ser consistente, pero no puedo… es una tortura… no me banco más esta situación…
Paso 2 – Pregúntate… ¿POR QUÉ te está incomodando?
¿Qué es lo que más te molesta de esta situación? Trata de descubrir cuál es la piedrita dentro del zapato.
¿Es una persona?
¿Es la estrategia?
¿Es como te hace sentir?
¿Es que te recuerda a algún evento del pasado?
¿Es que te enfrenta a algún miedo en particular?
No te juzgues… porque esta incomodidad tiene una razón, un propósito… y lo último que quieres hacer es “aguantártela y ya”…
Mi ejemplo: pensándolo en profundidad y siendo muy honesta y abierta (a ese punto que mientras escribes sientes hasta un poquito de vergüenza por estar lejos de la perfección) … es mucho ruido para mí, me disperso, me distraigo, entro en el agujero negro, pierdo el hilo de lo que quiero decir. Estoy horas “tratando” de darle forma a lo que tengo ganas de decir/compartir. El tema del formato así o asá también me hincha bastante… mi disparador es que empiezo a criticarme (lo hago subrepticiamente) o a «corregirme» o a intentar «hacerlo perfecto» y desde esa energía de crítica, de «mandoneo», más vale que no va a salir nada desde mi esencia y no voy a poder expresarme con libertad.
Paso 3 – Ahora es el turno de descargarte… ¿Cómo te SIENTES con esta situación?
Estamos demasiado adoctrinados, contenidos…. DOMESTICADOS…es la palabra que me gusta decir… que a veces no podemos siquiera ponernos en contacto con nuestra propia emoción, lo que sentimos… mucho menos si no es algo positivo y pajaritos de colores…
Pero necesitamos saber QUÉ nos molesta y POR QUÉ nos molesta para poder cambiarlo.
Yo antes pensaba que había cosas que NO PODÍA CAMBIAR… que para tener éxito tenías que hacer sí o sí ciertas cosas.
No, ahora no, todo lo contrario.
Me di cuenta y veo tan claro que justamente por hacer ciertas cosas que no son TUYAS, con tu forma, tu estilo, tu personalidad, tu talento, tu valor interior… es que algunas cosas se volvieron tan difíciles…
Anímate a ir profundo y descubrirlo. Tómatelo personal 😉
No hace falta que lo compartas con nadie si esto es demasiado nuevo. Pero anímate a escucharte … primero a preguntarte! «¿Cómo me siento con esto?»
Mi ejemplo: ¿Cómo me siento?! Abrumada! Torturada! Improductiva! Enojada porque me pasa todo lo anterior.
📌 Ahora vienen dos pasos bien creativos que están ahí para abrirte la cabeza y mostrarte posibilidades… así que lo primero que te invito a hacer es pensar con apertura y sin rigidez…
Recuerda que no todo es como te lo contaron o como lo experimentaste hasta ahora… siempre hay lugar para descubrir nuevas formas de hacer las cosas… nuevas formas “muy tuyas” de hacer las cosas…
Con esa mentalidad de apertura y de “todo es posible”.. puedes continuar con los dos siguientes pasos:
Paso 4 – Cambia el eje ¿Qué me gustaría EN VEZ DE esto que está sucediendo?
Si nos quedamos todo el tiempo en lo que no queremos – que es lo habitual – nos perdemos la posibilidad de pensar en cómo serían las cosas que sí nos gustarían… así que ahora te toca pensar en qué es lo que sí te gustaría en vez de esta incomodidad y esta molestia que te está torturando…
Mi ejemplo: me gustaría que esta actividad fluya… me gustaría decir “oh, quiero compartir esto” o bien “oh, aprendí esto, lo quiero enseñar” y que fluya… no estar pensando en los hasthags, que los caracteres, las stories, que esto y lo otro…que el algoritmo de fulano…. quiero que sea una conversación con las personas que me quieren leer o ver o escuchar, quiero que fluya y no que sea una tortura…
Paso 5 – Conéctate con tu talento natural, con esa forma de hacer las cosas «muy tuya»… ¿Cómo SÍ lo disfrutarías?
Cuando incluyes lo que te encanta hacer, tu talento natural, lo que te energiza – y te alejas de “lo que TENGO que hacer” puedes avanzar en lo que estabas trabado o te incomodaba pero de hecho disfrutándolo.
Eso sí, tomate todo el tiempo del mundo, pero este «descubrimiento» tiene que ser muy tuyo. Y si no estás seguro, bueno puedes probar y experimentar hasta que te des cuenta que diste con el camino perfecto para ti.
Tómatelo literalmente como un «experimento».
De hecho, este artículo que estoy compartiéndote nació como resultado de este mismo ejercicio 😉
Mi ejemplo: mi talento para expresarme es escribir… y el canal donde puedo escribir sin mucho rollo ni tantos límites es el mail. Puedo escribir un mail cada día o dos-tres días con una idea, un consejo, una estrategia. Y ya… y en todo caso puedo limitar mi exposición en las redes o lo que comparto allí para que no me frene todo el resto de lo que SÍ disfruto hacer.
Y acá estoy 😎
Espero que te sea muy útil este ejercicio.
Y créeme que sé que si no estás acostumbrado a este tipo de prácticas puede ser «muy volado» pero te invito a que lo veas con ojos de «experimento»…. total no pierdes nada ¿Qué es lo que te está incomodando hoy en tu negocio y vas a evaluar con esto que te enseñé?
❤️
Gaby
PD1: Si quieres sumarte a mi lista donde comparto mis experiencias, estrategias y ejercicios (todo vía mail) > click acá y te puedes anotar.
PD2: te invito a hacer este juego… si te trabas con alguna parte del ejercicio, escríbeme aquí abajo en los comentarios y cuéntame qué es lo que te está incomodando… y te doy un par de ideas para retomar… [Recuerda, en esta página… no en las redes 😎]