El aprender a ser libre financieramente es un proceso, que incluye nuevas prácticas, integración de conceptos nuevos y también la destrucción de paradigmas que traemos desde la educación de nuestros padres y la escuela. Por ejemplo, la educación financiera nos enseña que, ahorrar, ahorrar y ahorrar aun más, NO es el camino, siendo que eso es lo que nuestros padres y algunos profesores de la escuela nos han transmitido por años. En vez de eso, la educación financiera nos muestra que el ahorro es bueno, pero siempre y cuando esté preparándose para sostener un plan de inversiones futuro. Por otro lado, la educación financiera nos propone la siguiente cuestión: una casa, ¿Es nuestra mayor inversión en la vida? Al final del artículo se los mostraré…
Aquellos que poseen profundos conocimientos de contabilidad probablemente cuestionen la forma en que presentaré el significado que deben tener estos dos conceptos enunciados en el título para una persona en proceso de educación financiera y que busca la libertad en esa área. Si buscas en la web el significado de Activo y Pasivo, creo que a aquellos que nunca han tenido contacto con la contabilidad no les quedará muy claro, y terminarán por no darle a estos términos la importancia que se merecen.
Esta vez la definición de estos términos está dirigida especialmente a las finanzas personales y, aunque son 100% aplicables a las finanzas empresariales, no las presentaré con terminologías complejas que hagan que odies la contabilidad, que, por cierto, es materia indispensable a dominar si tu objetivo es ser dueño de negocios.
Un ACTIVO es aquel bien, instrumento u operación que, en la forma más sencilla de explicarlo, hace que ingrese dinero a tu bolsillo. En simples palabras, un Activo aumenta tu riqueza en el tiempo, te ofrece ingresos periódicamente. Por otro lado, un PASIVO es aquel bien, servicio u operación que saca dinero de tu bolsillo de forma programada; es decir, te hace más pobre, te saca lo ingresos que generas con Activos o a través de un empleo.
Desde luego que nadie está lleno sólo de Activos y ningún Pasivo. La clave está en que los Activos que tengas logren cubrir tus Pasivos y aún dejarte dinero para seguir adquiriendo Activos.
Vamos al ejemplo de la casa que cité más arriba. La mayoría de las personas se refieren a la casa como «la mayor inversión de su vida», pero, ¿A qué tasa crece el capital que dejaste puesto en ella? ¿Puedes hacer un retiro de dinero porque estás rentando más de lo que pusiste en un principio como pie? ¡Claro que no! La casa no es una inversión, porque no tiene las características que estas tienen. La casa se constituye como un bien, del tipo bien raíz. Ahora bien, ¿La casa es un Activo o un Pasivo? Depende de cómo enfoques su adquisición. Si tomaste un crédito hipotecario (del inglés Mortgage, el cual viene del latín mort, que significa muerte, y gage, que significa promesa, es decir promesa hasta la muerte) para comprar tu casa, y eso significa que todos los meses debes «desembolsar» dinero y sin ningún ingreso adicional a tu salario, entonces tu casa es un PASIVO, porque quita dinero en vez de ponerlo en tu bolsillo. Por el contrario, si conseguiste el mismo crédito hipotecario para adquirir una casa, y ésta la arriendas, y luego consigues otra para ponerla a la renta también, entonces esas casas se constituyen como ACTIVOS, ya que están poniendo periódicamente dinero en tu bolsillo.
La mayoría de las personas están colapsadas con Pasivos y sólo tienen como ingreso su sueldo de empleados, el cual es demasiado débil como para cubrir la totalidad de sus Pasivos. Esto hace que se caiga en lo que se llama «la carrera de las ratas», donde cada día te levantas mecánicamente para ir a trabajar, traer dinero a final de mes, para finalmente pasárselo a tus acreedores (bancos, casas comerciales, vehículos, prestamistas, etc.) en cuya lista lamentablemente no estás tú. En cambio, existe un 10% de la población que posee el 90% de la riqueza, y estos son aquellos que tienen una lista enorme de Activos que dan mucho dinero para seguir aumentando la lista. Claro que también poseen Pasivos, pero con un enfoque dirigido a la obtención de Activos (ya les explicaré en otro artículo de la serie Alfabetización Financiera, lo que es la deuda buena y la deuda mala).
Para que termines de entender lo que es un Activo y un Pasivo: Si hoy te quedaras sin empleo, los Activos seguirían generándote ingresos y los Pasivos quitándotelos, es por ello que el empleo no se considera como un Activo. Haz con esta explicación una lista de tus actuales Activos y Pasivos.
Entonces todo pasa por cómo organizas tus movimientos financieros, el consejo es: mantén controlados tus Pasivos y ahorra para adquirir Activos. La idea es que tus Activos paguen con creces tus Pasivos y aun quede dinero para acceder a más Activos, y así sucesivamente. De esa forma los Activos te darán el dinero que necesitas para conseguir lujos, bienes de satisfacción, etc., los que lamentablemente hoy la gente consigue sólo con Pasivos. De lo anterior viene el principio de que «los ricos son cada vez más ricos y los pobres son cada vez más pobres», el cual se los explicaré en otra de estas series de Alfabetización Financiera.
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