La competencia en los negocios es cada vez más grande, hay más opciones y soluciones a un mismo problema; en un mercado tan competitivo existe el mismo producto o servicio para un mismo problema, por lo que se estandariza el nivel de lo que se espera. Con esto viene una pregunta: ¿Cómo destacar tu negocio, producto o servicio sobre los demás?
Si vas a buscar más lecturas sobre soluciones o cómo destacarte, encontrarás que siempre debes dar un extra, que debes ofrecer algo más, pero pocas veces señala cómo implementarlo en tu negocio, pero sobre todo, que no te cueste más o necesite una fuerte inversión, pues es lo que todo negocio quiere: que sea reconocido por los clientes y sea superior frente a sus competidores.
Una de las formas más sencillas es cuando agregas valor extra a tus productos, cosa que también está pensando tu competencia, pero también es necesario que ese extra sirva para tus clientes. Aquí es donde pocos participan y terminan sin ser relevantes para los demás. Entonces, ¿Cómo brindar un mejor valor, sin que sea costoso?
Ofrece mejor calidad que tu competencia
Lo primero que debes ver es todo lo que puedes controlar y está en tus manos, por ejemplo, si tu creas un producto desde cero, podrías buscar alternativas a proveedores que brinden una materia prima de primera calidad pero que en costo sea similar a la que ya utilizas o dar un producto un poco más personalizado (con ciertas diferencias o características únicas).
Así, tus clientes sabrán que la calidad es algo que te destaca sobre la competencia, pero también que tienes la posibilidad de tomar decisiones y adaptar tu producto a sus necesidades. Usualmente con los servicios esto siempre es posible, pero en caso de un producto, a veces es necesario hacer pequeños ajustes a tu producto para solucionar un problema en específico.
Si no es tu caso, y ofreces un producto ya hecho, es más complicado poder modificar el producto. Pero algo que puedes hacer es conseguir algo totalmente nuevo, de mejor calidad y a un precio muy bajo, algo que usualmente puedes encontrar con los productos nuevos, intentan dar un precio de introducción y usualmente es menor al que hay en el mercado.
Un ejemplo claro y que quizá te diste cuenta poco a poco, son las tuberías de agua que se acostumbraban a hacer con tubos de cobre, pero el costo era elevado, así que llegaron los plásticos, que paulatinamente lo han ido sustituyendo y que son más económicos, durables y resistentes que las instalaciones antiguas.
En este caso, el tubo de plástico en un principio no era tan aceptado porque se creía que era de mala calidad por el simple hecho de ser de un material distinto, pero el tiempo y la diferencia de precios, lo ha posicionado como un estándar en el mercado y las primeras empresas que lo ofrecieron también lo hicieron.
Mejora el servicio al cliente
No se trata de ser un esclavo de tus posibles compradores, que hay muchos quien confunde un excelente servicio con ser un sirviente, sino de que cumplas las expectativas y soluciones problemas, ayudes y orientes a quien haya adquirido tu producto o servicio (algo que puedes implementar si vendes productos y servicios).
Hay muchos negocios que se desviven por que compres, te atienden de forma excelente, no dejan de alabarte, pero en cuanto les compras, parece que ya no existes y ahora cambian su “amor” por un nuevo cliente. Este tipo de negocios están dejando a un lado el servicio al cliente y por lo tanto compras mayores en un futuro.
Así que si en tu negocio no existe un espacio dedicado a aquel que ya compró, estás en un error y es necesario que lo tengas, pues retener un cliente es de 5 a 25 veces más económico que atraer nuevos clientes, de acuerdo a un artículo de SpotOn.
Así que además de ser el espacio donde resuelves cualquier problema a tu cliente, será un imán para renter a tus clientes, pero también ellos se convertirán en lo que todo negocio busca: los promotores de tu negocio, lo que dará como resultado más clientes, pues la gente confía más en otras personas que en la publicidad.
Ofrece un extra
Seguramente este consejo lo has oído miles de veces, “siempre hay que dar un extra”, pero en esta ocasión nos referimos a que puedes otorgar más a tus clientes que a ti te cueste casi nada o nada, para hacerlos sentir distinto y bienvenidos en tu negocio, pero que hará que destaques frente a los demás.
Por ejemplo, si tienes una sala de espera porque eres un médico, un estilista o cualquier otro comercio en donde las personas tengan que esperar para ser atendidas, puedes ofrecer cualquier tipo de bebida, un bocadillo, poner algo para el entretenimiento como televisión y, si tu negocio lo requiere, puedes crear espacios dedicados a los niños para que se entretengan.
Todo esto es simple de implementar, no te costará mucho ya que un botellón de agua, sodas no son costosas; en el caso de los niños, puedes recurrir a los juguetes viejos, simples hojas de papel y crayolas. Esto mantendrá a tus clientes contentos y te posicionará sobre tus competidores.
No solo eso, siempre puedes ofrecer complementos de tus productos o servicios para que todos los clientes encuentren su satisfacción íntegra a la hora de adquirir productos contigo. Por ejemplo, si eres estilista puedes ofrecer productos para el cabello, pero lo importante es que confíes en ellos y por eso los recomiendas.
También, puedes ofrecer servicios complementarios como recargas telefónicas en tu tienda, así no simplemente das productos, además brindas servicios que van más allá y puedes convertirte en un referente entre los clientes.
Otro extra es que puedes proporcionar un nivel de asesoramiento alto, más valioso y sofisticado que el que ofrecen tus competidores. Lo mejor que puedes hacer es enseñar a tus clientes a hacer las cosas que quieren saber y cómo hacerlo bien. Incluso si no es tu producto pero tienes conocimientos en ello.
Estos tips, además de diferenciarte de tus competidores, te ayudarán a construir una experiencia extraordinaria para tus clientes, lo que aumentará el valor que perciben tu empresa. Así que nunca dejes de preguntarte cosas como: ¿Quiénes son mis clientes? ¿Qué quieren y necesitan? ¿Cuál es mi experiencia que puede ayudar a mis clientes? ¿Cómo puedo enseñar a mis clientes con mi experiencia?
Todo esto te ayudará a mantener un gran servicio, pero sobre todo brindar un valor que todos apreciarán y que los dejará marcados.