Si a veces es complicado entenderse uno mismo y tomar la decisión correcta para actuar, es el doble de complicado intentar entender y/o ponerse de acuerdo con otra(s) personas. No se trata de exponerse como «Jefe» a perder autoridad. Tampoco se trata de discutir con alguien sobre las instrucciones precisas de como realizar una tarea. Eso es claro, hay un Jefe siempre, que más que Jefe debe ser un Líder, así no tiene que dar tantas órdenes.
Se trata del hecho de que todos debemos trabajar en Equipo para un mismo Objetivo. Así no estemos de acuerdo en nuestra forma de pensar respecto a como otro maneja o define el rumbo de la Empresa. No es responsabilidad de nadie las Metas y las Visiones que una Empresa tenga, excepto de aquel que la creó. Lo que otro piensa, en realidad, no debe perjudicar a nadie, lo que perjudica y daña cualquier intento de trabajo en Equipo es la Actitud. Y la Actitud tiene mucho que ver con la personalidad. Esto hace las relaciones complicadas dentro de la Empresa. Considerando incluso el hecho de que si no te gusta lo que haces, siempre trabajarás. Pero si te gusta lo que haces , no es un trabajo, es un gusto hacer lo que haces. Pero esto último es otro tema del que hablaremos en otra ocasión.
Una persona con «Mala Actitud», no importando si es Jefe o no, siempre tiende a ser negativa, conflictiva, prejuiciosa y casi siempre es «Poco Productiva y Creativa». ¿Quien quiere lidiar con alguien así? Me parece que ninguno.
«La actitud es el botón de encendido de las capacidades de las personas. Sin ella, simplemente estamos desconectados, por mucha potencia que pudiéramos llegar a desarrollar». Rodrigo Martín, Presidente Ejecutivo de Randstad España
Juanito Oiarzábal, primer español y sexto del mundo en ascender 14 montañas de más de 8000 metros dijo: «En mi profesión hay que valorar con frialdad las circunstancias, calcular los riesgos y seguir más a la cabeza que al corazón. Sin embargo, la actitud y la motivación son el motor que nos convierte en personas fuertes y positivas. Capaces de dar ese último esfuerzo por alcanzar las cimas, y que Carlos ha sabido fundamentarnos cómo también nos pueden ayudar a ser más felices». Al mencionar a «Carlos» en su texto, se refiere a Carlos Alonso y su libro «El Poder de la Actitud» de la serie: Manuales de Economía y Empresa.
Y es que no podemos olvidar, que está mas que comprobado el hecho de que la Actitud lo es todo en la vida, es el 10% lo que te pasa y el 90% como reaccionas ante ello. Por eso es importante mantener una «Buena Actitud» y alimentarse de positivismo. Porque no es posible tener un resultado positivo con una actitud negativa. La actitud es una pequeña cosa que puede hacer ENORMES diferencias.
De acuerdo a la Psicología Social la Actitud tiene 3 componentes.
- Cognitivo, es decir: Ideas, pensamientos y creencias asociados al objetivo de la actitud.
- Afectivo, es decir: Emociones, estados de ánimo, sentimientos
- Conductual, es decir: Conducta y la Intención de la Conducta
Basados en estos 3 componentes, podemos entender que las tareas que se realicen desde el punto de vista de Recursos Humanos en una Empresa, son tan importantes como el trabajo que desempeña el propio Recurso Humano.
Es importante mantener la motivación, el reconocimiento, el buen trato, la capacitación constante en los colaboradores de nuestra Empresa. Con esto, el cambio de Actitud y Disposición cambiarán por si solos respecto al trabajo que se realiza. Un personal bien motivado, bien capacitado, bien tratado y premiado por sus buenas tareas, te ayudará a «halar la carreta» con una sonrisa, sin que se lo tengas que pedir. Y es más, te ayudará a encontrar la forma de no tener que halarla, sino que se desplace sola. Por lo tanto, la actitud, debe ser en ambas vías.
La Actitud debe llevarnos a:
- Cooperar, apoyar y ayudar, establecer compromisos, disposición a invertir tiempo y esfuerzo para llegar a soluciones.
- Pensar en el conflicto como «nuestro», ya que un conflicto está motivado por «las diferencias» de ambas partes. No es un problema individual o aislado, ni de uno contra otro.
- Disposición a colaborar, escuchar, ceder para algo mejor, compartir conocimientos si es necesario y encontrar oportunidades bajo la tormenta o conflictos.
- Encontrar lo positivo en cada situación, ya sea en ella misma o adicionales a esta, que nos ayuden a mejorar las relaciones
- Entender que todos somos diferentes, pero que es posible cambiar el entorno cuando tienes la disposición de mantener un marco abierto de percepción.
Tu compañero no es tu enemigo, estamos en la Empresa para apoyarnos, producir y encontar las formas efectivas de salir todos ganando. El Jefe, tampoco es tu enemigo, está en la Empresa para Orientarte y si hay algo que no te parece, hazte escuchar, pero con buena actitud, porque a veces no es lo que se dice, sino como se dice lo que afecta las relaciones. Y si tú eres el Jefe, por favor pon atención a los detalles, si tienes personal satisfecho, eso te garantiza un trabajo hecho con «excelencia», y no solo un trabajo cumplido. La actitud del Jefe puede inspirar a quienes colaboran con él.