Si este título te sorprende, es porque no has estado atento a tu alrededor. Este artículo tiene como objetivo invitarte a observar lo que ya está pasando hace varios años en la industria legal.
La respuesta a nuestra pregunta es SÍ. Los abogados están al borde de la extinción. No podía ser de otra manera. Durante años la industria legal funciona con modelos de negocios absurdos, donde los incentivos están puestos en entregar un pésimo servicio a los clientes, lo que ha generado dos efectos claves:
- Clientes insatisfechos: esto trae como consecuencia que los abogados se hayan ganado merecidamente la fama de ladrones, caros y cuenteros.
- Oportunidad: esto abre el apetito de los visionarios en la industria legal.
El origen de los visionarios
La mala fama de los abogados genera que parte importante de las necesidades legales no ingresen nunca a la cartera de un abogado o Firma, porque los clientes desconfían y prefieren quedarse con su problema legal, antes que contratar a un abogado. Muchos piensan que no quieren ser estafados ¨2 veces¨.
Lo anterior también significa que el tamaño de mercado es infinito, comparado con lo que hoy conocemos (que es muy poco).
Hay dos elementos claves en la industria, que dan el origen a un cambio:
1.- Un modelo de negocios absurdo, con incentivos que van en contra de la buena experiencia del cliente. Por ejemplo: a) El cobro por horas; el incentivo está puesto en que el abogado se tome su tiempo en resolver los problemas del cliente. b) Mientras más problemas tiene el cliente, más gana el abogado.
Desde el punto anterior, se abre la opción para que ingresen intermediarios que inviertan los incentivos, y así los abogados trabajen de verdad por resolver los problemas de sus clientes.
En este sentido, marketplaces como upcounsel.com o misabogados.com, están llevando a un cambio enorme en la forma de contratar y trabajar con abogados, ya que mejoran la experiencia de los clientes en 180 grados. Los abogados están sujetos a la evaluación sus clientes y a las mediciones del marketplace. En ese sentido se ven ¨forzados¨ a entregar el mejor servicio posible, lo que en definitiva y por consecuencia, les permite aumentar sus ingresos.
2.- La falta de innovación y tecnología en el desarrollo de sus operaciones. Aquí no vamos a hablar de ciencia ficción. Voy a dar un tres ejemplos que sustentan las hipótesis de este artículo, y son ejemplos que están pasando ahora:
- Watson. IBM ya creo un robot que a través de inteligencia artificial puede hacer el trabajo de un abogado. Watson ya fue contratado por Baker & Hostetler en Estados Unidos.
- Muchos abogados han sostenido sus carreras por décadas dedicados a la revisión de contratos. ¿Qué pasa si ahora la revisión de un contrato la puede hacer un robot? Bueno, esto es real: beagle.ai. Por lo que, si todavía quieres dedicarte a revisar contratos, es mejor que lo pienses dos veces.
- En los últimos 24 meses un joven británico de 19 años desarrolló un chatbot que actúa como abogado en la defensa de multas de tránsito. Ha llevado más de 240.000 casos sin costo para sus usuarios y ha ganado más de 160.000. ¿Alguien querrá contratar un abogado para que le tramite sus multas de tránsito ahora?
La invitación a renovarse
En conclusión, no queda más que renovarse y poner al cliente por sobre todo. Lo que conocimos ya no se sostiene más y sólo los primeros que se sumen a los cambios sobrevivirán.
….y mientras lees este artículo, en las escuelas de Derecho siguen enseñando Romano….