En la actualidad, los mercados en los que tiene lugar la eterna competencia de las empresas, exigen cada vez más de estas últimas si desean mantenerse en pie de lucha. Son las bien planeadas estrategias, el uso de instrumentos de marketing, la producción a gran escala y demás, las herramientas de que mayor uso hacen las organizaciones, para cumplir con el ya mencionado cometido; empero, todas estas herramientas se hacen obsoletas si no existen factores diferenciadores, que logren otorgar identidad a la marca, por ello hoy haremos énfasis en uno de los más importantes: La responsabilidad social.
Y es que según el profesor de la Universidad de Harvard Michael Porter:
“en una sociedad enferma no pueden subsistir empresas saludables y competitivas, debido a ello se hace necesaria la incorporación de valor compartido, valor social y la alineación del factor ambiental a la estrategia empresarial, en pos de la diferenciación y competitividad”.
Porter sugiere al gerente buscar respuesta al cuestionamiento ¿Cómo mi empresa puede generar valor al entorno y cómo el entorno puede generar valor a mi empresa? Lo que le conducirá al diseño de un plan que le dirija a los objetivos trazados.
Es debido a ello que nuestras organizaciones deben tener clara la importancia que reside en la responsabilidad social como factor diferenciador, responderse a la pregunta que propone el profesor Porter y aprender a generar ese valor en la sociedad, que de seguro será muy bien retribuido.