En muchas ocasiones las empresas necesitan inversiones ajenas o inversores, solicitan una línea de financiación, prestamos o subvenciones públicas, para ello deben “vender” su proyecto.
Normalmente esto se hace a través de un plan de negocios, según Sebastián Escorne, tutor del Programa MBA Executive de ISM-ESIC, es “una metodología que sistematiza e integra las actividades que serán necesarias para que una idea de negocio se convierta en una empresa y que desprende unas expectativas que demuestran que es rentable”, es una forma de comunicar, de convencer al inversor de que nuestra idea de negocio no es solo buena, sino que además en rentable.
Estos planes de empresa o negocios pueden realizarse para empresas nuevas o para empresas que ya están en marcha, para que un plan de negocio cumpla su función debe ser sugerente, tanto externa como internamente, que invite al destinatario a leerlo. También debe ser tentador, que el destinatario vea en él una buena oportunidad de negocio, deber ser creativo y ameno y por supuesto, contener información útil, todos los datos importantes.
Las startup suelen ser las empresas que más usan este soporte, las Startup son negocios de nueva implantación que están directamente relacionados con las áreas de la innovación, que con una inversión acorde a los gastos iniciales, pueden crecer económicamente en poco tiempo hasta el punto de convertirse en grandes proyectos pioneros en su sector.
Normalmente este tipo de empresas suelen ir muy ligadas a internet, páginas webs, blogs, redes sociales y distintas aplicaciones móviles. Son muy frecuentes debido a que en general, su inversión inicial no es elevada y puede amortizarse en un periodo de tiempo relativamente corto, además, no necesitan grandes y aparatosos cambios para crecer. Gran cantidad de inversores apuestan por las startup y luego las venden a grandes empresas ganando así altísimas rentabilidades. Algunos ejemplos recientes son Tuenti, sindelantal.com, digg.com
En los últimos años muchas de estas startup, incluso empresas y autónomos especialmente relacionados con el área de internet han decidido renunciar a oficinas propias, independientes para cada empresas y se han unificado en centros de trabajo, los conocidos coworking. Esta iniciativa del “coworking” o “trabajo en cooperación”, crece fuerte en nuestro país debido a las grandes ventajas que ofrece, se comparte oficina con otras empresas por lo que, además de sufragar su coste en común, se interrelacionan proyectos y personas. Ello enriquece las relaciones humanas, conlleva valor añadido a los proyectos individuales y aminora los gastos fijos mensuales.