¿Cuánto tiempo pasa diariamente, su hijo adolescente conectado a Internet? Y cuando lo hace, ¿qué sitios visita y con qué fin? ¿Hace cuánto tiempo que maneja el ordenador y es capaz de navegar con soltura por la red?
La Facultad de Ciencias de la Comunicación de la Universidad Rey Juan Carlos (URJC), ha realizado un estudio de cuyos resultados se desprende que siete de cada diez adolescentes se conectan a Internet, por lo menos dos horas al día. Internet y muchas de las cosas que alberga, están a la orden del día. Para aquellos a los que todavía les pilla un poco lejos la preocupación por el uso que de la red puedan hacer sus hijos, comentarles que los niños empiezan ya a muy temprana edad a manejarse, algo más que bien con este tipo de tecnología.
El mencionado estudio afirma que el uso de Internet entre niños y adolescentes empieza entre los seis y los nueve años y al parecer los chicos son más precoces que las chicas en este tipo de actividad. No cabe duda de que se trata de un medio más a tener en cuenta y a controlar; estamos hablando de un nuevo tipo de educación que empezó ya hace tiempo y a la que muchos padres se enfrentan sin saber muy bien cómo.
Que este informe ponga de manifiesto también que el 90% por ciento de los encuestados tenga algún perfil en las redes sociales no facilita el asunto, y si además son los mismos niños los que manifiestan abiertamente (cuatro de cada diez) que les molestaría dejar de conectarse a su red social todos los días, el tema se complica.
Pero el estudio también habla de las medidas que toman los padres para vigilar el uso de Internet que hacen sus hijos. En este sentido está bien saber qué pautas siguen algunos de los progenitores. Aunque en principio son las madres las que más se preocupan de este asunto y de ellas el 16% están dentro del perfil social de sus hijos, parece que gran parte de esta vigilancia está enfocada a preguntarles acerca del uso que hacen de Internet. Es habitual que se les limite el uso, que miren mientras los menores navegan por la red y que algunos de estos menores (3 de cada 10) hayan sido prevenidos e informados de los riesgos que supone Internet.
Quizás un buen uso que los adolescentes podrían hacer de la red, sería emplearla en actividades de formación; aprovechar parte de ese tiempo en elegir entre las múltiples opciones de cursos de inglés, por ejemplo, que se encuentran en Internet. En definitiva, emplear este medio y el tiempo destinado a él en completar esas materias o asignaturas que en el colegio flaquean. Con la inmensa oferta formativa presente en Internet, los padres pueden encontrar con seguridad, algún estudio que responda a las necesidades de sus hijos e incluso encontrar la forma de hacer de este sistema de aprendizaje, algo divertido.