La primera década del siglo 21 terminó. Muchas personas se encontraron con un mal comienzo. El nuevo siglo comenzó con el susto del Y2K (la amenaza de que las computadoras de todo el mundo iban a dejar de funcionar). Entonces sucedió lo del 9/11, seguido de dos guerras largas y costosas. La burbuja del NASDAQ y la crisis fueron seguidas por la burbuja inmobiliaria y entonces las subprimes colapsaron, lo que llevó a la emisión sin precedentes de millones de millones de dólares en un intento de evitar una depresión global. El resultado es una crisis financiera prolongada que ha ampliado la brecha entre los ricos y pobres.
La mayoría de las décadas tienen sus personajes. En la década de 1960, tuvimos a los hippies. En la década de 1970 el movimiento por la paz evolucionó en John Travolta y la música disco. En la década de 1980, los capitalistas tomaron el centro del escenario. La tecnología dominó la década de 1990 y de repente los geeks eran geniales.
La pregunta es, ¿qué personaje saldrá a representar la primera década del siglo 21?
¿Serán los terroristas religiosos volando hacia los edificios altos o los terroristas financieros robando nuestra riqueza desde el interior de los edificios altos? ¿Será la primera década conocida por los esquemas Ponzi de notables como Bernie Madoff y Stanford Allen… o la Seguridad Social y los fondos mutuos? ¿Podría ser conocida por parejas extrañas como Barack y Hillary o John y Sarah? ¿O la primera década será conocida como la época de las confeciones de famosos mujeriegos de la talla de Tiger Woods, Elliot Spitzer, y John Edwards? (Los tres se reunieron para co-escribir un libro titulado «Primero la familia».)
El emocionante comienzo del siglo
Con todo, la primera década tuvo un comienzo emocionante para el siglo 21. ¿Qué será lo que la segunda década nos traerá? ¿Qué nuevo personaje surgirá si los hippies, bailadores disco, tecnológicos, y mujeriegos son noticias del ayer?
Creo que habrá dos grupos de interés periodístico a surgir entre 2010 y 2020. Un grupo grande serán los «Desechos», llamados así porque la vida los van a dejar en los basureros. Muchos en este grupo son viejos hippies que florecieron durante los años 60 y se olvidaron de crecer. No todos los «desechos» vendrán de los hippies. Muchos «desechos» se convertirán en «desechos» simplemente porque, como los dinosaurios, no se daban cuenta del cambio de clima. Ellos simplemente siguieron los pasos de sus padres, creyendo fielmente que todo lo que tenía que hacer era ir a la escuela, conseguir un trabajo, comprar una casa, ahorrar dinero, jubilarse con una pensión de la empresa, recoge lo de la Seguridad Social, y vivir felices por siempre en el Country Club. La fórmula funcionó para sus padres (la generación de la Segunda Guerra Mundial) así que ¿por qué no funcionaría para ellos?
El problema es que las reglas del dinero han cambiado. En 1971 el presidente Nixon sacó al mundo del patrón oro y en 1974 el predecesor del Plan 401(k) surgido. De repente, los ahorradores fueron los perdedores en tanto la inflación se disparó, los deudores fueron los ganadores, y la gente entró en el juego de los bienes raíces y el mercado de valores mientras la garantía de un cheque de jubilación para toda la vida desaparecía.
En la próxima década, creo que escucharemos más y más historias sobre «desechos»; bien educados, trabajadores, exitosos, gente prospera que se encontrarán fuera de tiempo, sin dinero, y dependiente del gobierno o del apoyo familiar para sus años dorados.
El Nuevo, el joven, el próspero
El segundo grupo del que se escuchará más es el nuevo, joven, mega-rico. Ellos son mundialmente poderosos quienes son los beneficiarios de la globalización y la revolución tecnológica. Ellos avanzaron gracias a la caída del comunismo, la expansión de la globalización económica y del impacto de Internet como la tecnología hace que la información y la comunicación sean libres o casi libres. La mayoría tienen 40 años o menos hoy en día.
El surgimiento de estos nuevos mega-ricos está sucediendo mientras las instituciones establecidas están cayendo. La caída abarca desde el negocio de la música y los medios tradicionales a los fabricantes de Detroit que se encuentran obsoletos, superados, y más caros que los emprendedores de Silicon Valley, Mumbai, Shangai, e incluso Siberia.
Vivimos en una era de oportunidades sin precedentes para los más inteligentes, más persistentes y creativos de entre nosotros. Muchos negocios nuevos surgirán en torno a productos innovadores en tanto tecnologías revolucionarias aceleran la destrucción de las industrias que son lentas.
En esta segunda década, verás a la clase media de occidente hundirse, creando a los «desechos» del mundo… modernos dinosaurios del proceso evolutivo. Ambos, la globalización y la tecnología, castigarán a los que no tienen la inteligencia, la suerte o el descaro de beneficiarse de los cambios. Las máquinas, la tecnología y mano de obra barata en los países de bajos salarios han empujado a la baja los salarios en el oeste, agravando la crisis financiera para los obsoletos y mal informados.
Apertura sin precedentes
Vivimos en una época de apertura sin precedentes. Como se dijo anteriormente, la tecnología ha hecho que la información y la comunicación sean libres o casi libres. Hay más oportunidades que nunca antes… pero todavía esas oportunidades son teóricas: En América la movilidad social irá en reversa mientras muchos en la clase media se convertirán en «desechos».
Entre 1997 y 2001 la brecha era la siguiente:
1. El 1% de la cima obtuvo el 24% del crecimiento de las ganancias.
2. El 10% de la cima obtuvo el 49% del crecimiento de las ganancias.
3. El 50% del fondo obtuvo el 13% del crecimiento.
Hasta el año 2008 nada de esto parecía importar. Los inventos maravillosos, como iPhones, iPods, Twitter, Google y Facebook nos mantuvieron entretenidos como niños en Disneylandia.
Al mismo tiempo, la burbuja en expansión de la deuda creó un ambiente surrealista de nirvana monetario. Podías comprar lo que querías, usar al máximo tus tarjetas de crédito, y pagar las tarjetas con un préstamo con garantía hipotecaria, todo mientras Papá Noel siguiera paseando en su trineo. ¿A quién le importaba el 50% del fondo se estaba quedando atrás? ¿A quién le importaba si el 10% de la cima obtuvo el 49% del crecimiento de los ingresos? ¿A quién le importaba si el 10% de la población se hacían más ricos mientras que el 90% se quedaban atrás? Hemos tenido juguetes, fuimos bravos, diseñamos una imagen de China que nos hacia ver ricos, y podiamos comprar la casa de nuestros sueños por ningún dinero de anticipo. ¿Qué podría ser mejor?
Mientras esta crisis financiera siga, la brecha entre la nueva plutocracia y los nuevos «Desechos» se está convirtiendo en un asunto político importante. Durante la década de 1960, los hippies se volvieron molestos y desaparecieron. Hoy, como «desechos», el grupo demográfico más numeroso (también conocido como baby boomers, aproximadamente 75 millones de miembros… de la que soy uno) pueden despertar y volver. ¿Si lo hacen, quien sabe hacia dónde el proceso político, impulsado por sus valores de hippie, irá? Esta es la razón por la cual la segunda década del siglo 21 será más importante que la primera.
La educación financiera es un objetivo importante para esta próxima década. No podemos permitir que la brecha se haga más grande. Debemos tener educación financiera en nuestras escuelas. El dinero no cerrará la brecha – sólo la educación financiera lo hará. Si no hacemos nada, ¿quién sabe qué criatura emergerá como la mascota de la nueva década?
Para ver el futuro, mira el pasado. A lo largo de la historia, los déspotas políticos han surgido en tiempos de crisis económica. Algunos personajes famosos son Mao, Stalin, Napoleón, y Milosevic.
En 1933, cuatro años después de la crisis de 1929, dos figuras surgieron de la Depresión. Uno de ellos fue Adolf Hitler. El otro fue Franklin Delano Roosevelt. Mucha gente cree que Barack Obama se esta modelado a sí mismo como FDR. Lo que nos lleva a la pregunta: ¿Quién hará a Hitler?
Fuente: http://EscuelaParaRicos.net/padre-rico/robert-kiyosaki-el-surgir-de-los-mega-ricos