Si es necesario señalar algunas fallas a nivel individual o grupal, es adecuado aprender a realizar una crítica constructiva, donde las personas se sientan motivadas a cambiar, evitando las mismas fallas a futuro y entrando en un proceso de reflexión que deje una buena enseñanza.
Consejos para aplicar una crítica constructiva:
- No personalizar las fallas:
Si se va a señalar un error, no es adecuado personalizarlo, donde se enfatice el nombre de la persona, porque esto puede llevar a un comportamiento reactivo a futuro. Hay que centrarse en la falla y cuáles fueron sus causas, para evitar que esto se presente a futuro.
- Evitar en lo posible poner en evidencia pública a una persona:
Los llamados de atención y las críticas en general deben hacerse en privado, con una actitud serena y donde se pueda analizar detalladamente el error cometido.
- Usar palabras positivas para impulsar un cambio positivo:
Si usas palabras positivas, entonces será más fácil hacer una crítica constructiva. Un buen líder tiene esa cualidad de saber llegar al corazón de las personas.
- Enfatizar que las personas tienen la capacidad de hacer el trabajo de forma extraordinaria:
La crítica destructiva usa palabras negativas como: ¡no pueden!, ¡son un desastre!, ¡este equipo es un fracaso!, ¡acá se necesitan otras personas!, etcétera. Mientras que la crítica constructiva señalará las fallas, pero usará expresiones como: ¡yo sé que ustedes pueden hacerlo bien, así que confío en este equipo!, ¡siento la convicción que la próxima vez, todo saldrá de maravilla!, ¡esto tan solo fue un tropiezo, nos levantaremos y triunfaremos!, etcétera.
- Tener expectativas internas de éxito:
Cuando una persona posee altas expectativas de éxito, entonces es común que utilice la crítica constructiva. Piensa que tus sueños se hicieron realidad y esas aspiraciones se volverán patrones de creación, lo cual se traducirá en autoconfianza y la certeza que los grandes éxitos llegarán, entonces demostrarás una actitud positiva en todo momento.