Existen dos motivos por los que los emails en frío son una de las formas de comunicación más complicadas y tienden a fallar: primero, porque no se conoce al destinatario y segundo, porque la falta de interacción verbal no permite modificar la estrategia en tiempo real.
Sin embargo, poniendo en práctica algunas de las técnicas citadas en este artículo puede obtenerse un índice de respuestas más satisfactorio:
1. Personaliza el mensaje de acuerdo al destinatario
Es importante que el destinatario de un email en frío sienta que te has tomado el trabajo de investigar quién es, a qué se dedica y cuál es su filosofía con respecto a su actividad.
Pon su nombre en la casilla del asunto, y escribe el contenido del correo de manera que explique por qué le has escrito y cómo crees que ambos pueden beneficiarse de una cooperación mutua.
Ponte en sus zapatos y piensa qué le gustaría saber u obtener de ti mediante un primer correo, y redáctalo acorde a eso.
2. No uses una plantilla
El uso de una plantilla arruina toda sensación de personalización y toda posibilidad de que el destinatario del email en frío lo considere como algo escrito especialmente para él.
Puedes inspirarte en alguna plantilla, pero crea la tuya propia.
Un buen consejo es el de expresarte como si estuvieras hablando: tu correo ha que ser tan agradable como lo serías si conocieras al destinatario de tu mensaje en persona.
3. Sé breve y ve al grano
Los correos breves que presentan una propuesta clara, específica y concisa presentan un mayor porcentaje de respuesta que aquellos extensos en los que el contenido se desarrolla a lo largo de varios párrafos.
En pocas líneas has de presentarte y demostrar que puedes resolver un problema, satisfacer una necesidad o aportar algo de valor para tu destinatario: describir una situación win-win explicará de modo claro qué resultados puede esperar cada una de las partes.
Si estás escribiendo a través de un perfil en plataformas online como StarOfService, Upwork o Fiverr, por ejemplo, aprovecha que tu perfil contiene toda la información acerca de ti y de tu actividad y reduce esa información en el contenido del correo: cuanto menos hables de ti y más de tu destinatario, mejor.
4. Cierra con una pregunta
Termina la redacción de tu correo en frío con una pregunta personalizada para tu destinatario: esto abrirá la posibilidad de un diálogo y aumentará las posibilidades de respuesta.
Si responder a la pregunta puede ser una oportunidad del destinatario de hablar de sí mismo o citar las características de su negocio, aún mejor: es raro que alguien deje pasar una oportunidad para la auto-adulación, aunque más no sea mediante la respuesta a un correo en frío que ni siquiera estaba esperando.
5. Pon tu información de contacto en tu firma
No olvides poner toda la información de contacto bajo tu firma: teléfono, dirección, email, página web, perfiles en redes sociales… esto le dará a tu destinatario la posibilidad de estudiarte y ver quién eres, lo que te hará un remitente más cercano ante sus ojos, además de proveerlo de distintas opciones de comunicación para que elija la más adecuada para responderte.
6. Haz un seguimiento
La mayoría de los correos en frío no obtienen respuesta alguna hasta el segundo o incluso tercer contacto. Para aumentar tus posibilidades de éxito, genera una serie de mensajes de seguimiento y envíalos cada 5 a 7 días: aunque muchas personas son reacias a contestar enseguida, la insistencia tarde o temprano dará sus frutos.
Acerca del Autor: Este articulo fue escrito por StarOfService