Exportar suele ser siempre algo riesgoso. Existe la enorme posibilidad de fracaso por el hecho de que llegar como novato a un mercado cuyos miembros fuertes ya están definidos y adaptados a la constante lucha bajo las condiciones particulares que ofrece tal escenario, es complejo y requiere de factores como una estrategia muy completa, un buen líder y un excelente producto o servicio…
Sin embargo, las naciones actualmente obran en función del afamado término globalización y abren sus fronteras, reduciendo aranceles para que ingresen mercancías, se asienten empresas y compitan con las locales, generando un mayor número de empleos directos y circulación de dinero constante que favorezca al país en general; por lo que la opción de hacerlo existe; dependiendo tal decisión completamente del emprendedor. Es debido a ello amable lector y empresario en potencia que ofrecemos a usted algunas razones, para que oriente esa decisión hacia aquello que, a nuestro juicio, es lo que más le favorece:
- Evidente ampliación del público objetivo: Pasar del mercado regional o nacional a uno internacional es lo mismo que duplicar, triplicar, cuadruplicar o sencillamente ver multiplicar en forma exponencial el número de posibles compradores de nuestro producto.
- La percepción de un cliente en determinado lugar del mundo modifica la acepción global de la marca: Si un japonés emite excelentes comentarios sobre mis productos, siendo estos dispositivos tecnológicos; claramente en otros países va a ser mayor la credibilidad que genera nuestra empresa.
- Es más sencillo consolidar una identidad propia: El simple hecho de pertenecer a un país diferente, nos confiere una identidad diferente. Y esa diferencia suele significar novedad para el usuario; a favor de la empresa extranjera.
- La pluriculturalidad que adquiere la empresa le beneficia de sobremanera: Una visión global de las cosas confiere mayor acierto a las decisiones de la organización. Además, facilita la entrada a nuevos mercados debido a que la suma de tantas diferencias culturales puede dar lugar a algo tremendamente interesante.
- El cambio de divisas siempre se traduce en una ganancia mayor para quien exporta: En un caso hipotético: un colombiano exporta X producto a los Estados Unidos. Al ser el dólar la moneda referencia en el mercado internacional, a ese colombiano le pagarán en dólares su lote de mercancía. Cuando cambia los dólares por pesos colombianos seguramente reciba una suma considerable.
- Lo que en tu país abunda y por ello es económico en otro escasea y su precio es elevado: Es esta una oportunidad sobre la que consideramos sobra cualquier explicación.
Así que, amigo emprendedor. Tenga en cuenta las presentes razones antes de tomar la decisión sobre si aventarse a exportar o mantenerse en su cuota de mercado actual. Ah, y no olvide que quien no arriesga un huevo no obtiene jamás una gallina.
Te recomendamos leer también los Aspectos a considerar antes de empezar a exportar.