Más allá del intercambio producto/dinero o servicio/dinero, que habitualmente define lo que es la relación entre las marcas y los consumidores, deben las primeras, otorgar valor a ese vínculo por medio de una serie de ofrecimientos, dado que, de no hacerlo éste se romperá con facilidad desfavoreciendo a la empresa y dejando el cliente a merced de otras marcas que sí estén dispuestas a brindar un poco más. Indagando un poco sobre lo que las organizaciones deben dispensar al usuario o consumidor en pos de fortalecer el enlace emocional que sostiene su relación, nos encontramos con una interesante publicación de la agencia especializada en experiencias de marca Jack Morton; la cual sugiere al respecto lo siguiente:
- Servicio Personalizado: Escuchar, comprender y atender las necesidades específicas de un consumidor, hace sentir a este que es importante para la empresa y que se le da el lugar que merece.
- Experiencias: Convertir una compra o simple visita a las instalaciones en que tiene lugar la actividad comercial de la marca, en algo inolvidable, indudablemente afianza el vínculo empresa-consumidor.
- Garantía: Dar al cliente la asesoría o emprender acciones conducentes a resolver sus problemas en caso de que éstos existan luego de la compra, son un parte de tranquilidad y un motivo para realizar una futura nueva compra con total seguridad.
- Calidad de producto: Su importancia es tal que podría decirse: “La falta de este elemento anula el impacto de todas las demás sugerencias”.
- Servicio Post Venta: El que la relación con el cliente no se limite al cierre de la compra es de suma importancia, pues se corre siempre la posibilidad de sufrir el olvido.
- Recordatorio del Cumpleaños y ofertas para épocas especiales: El que la marca haga parte de los momentos más felices en la vida del consumidor lo convierte en un miembro más de la familia y ese es uno de los objetivos principales que las empresas persiguen por medio del marketing.
¿Tu marca ya ofrece estos valores a los clientes?