Empezaré diciendo que el capital intelectual es ese conjunto de habilidades cognoscitivas que poseen los miembros de un grupo dentro de cualquier escenario; y que, la falta de algunos elementos necesarios, en ocasiones puede significar el desperdicio de, a mi juicio, el mejor recurso que tiene cualquier organización. Ya siendo consciente de esto amable lector, líder y emprendedor en potencia, me aventuraré el día de hoy a ofrecer a usted algunas recomendaciones para aprovechar de forma óptima todas las habilidades que traen consigo los miembros de su grupo, logrando esa armonía que usualmente se traduce en consecución de los objetivos.
- Como líder esté siempre dispuesto a escuchar: Las personas, producto de sus circunstancias, impresiones, creencias y demás elementos componentes de su cultura, suelen estar cargadas de ideas que le pueden ser muy útiles y a las que sólo accederá si se detiene a escucharlos.
- Fomente el pensamiento grupal: Si cada uno de los miembros de su organización logra tomar consciencia sobre el cómo su actividad afecta positiva o negativamente a los demás, dejará de contar con individuos y ególatras para tener a su disposición compañeros, miembros de un equipo.
- Propicie escenarios de participación: Jamás permita que alguien se guarde las ideas, invítelo a comentar su opinión, impidiendo cualquier burla. Llénelo de confianza.
- Si gana el grupo ganamos todos: La concepción de recompensa para cada miembro de la organización debe ser el éxito del grupo. En segundo lugar debe estar el beneficio individual que se da, naturalmente, luego de sucedido lo mencionado en las primeras líneas.
- No presione: La presión es ese peso sobre las espaldas, con el que no todos saben caminar. Permita horarios flexibles de trabajo, contacto con la naturaleza, libertad del colaborador. Ello se traducirá en productividad.
¿Qué opinas? ¿Te animas a poner en práctica estas recomendaciones?… Recuerda dejar tus dudas, aportes y comentarios acerca del tema.