A pesar de los desafíos que representa, pocas cosas pueden ser tan gratificantes como emprender un negocio propio. Sin embargo, las primeras fases del proceso suelen ser las más desafiantes incluso a nivel personal, y muchos nuevos emprendedores las encuentran difíciles de superar.
Si estás pensando en emprender, prepárate para encontrarte con estos 5 obstáculos a lo largo del camino.
1. Ser el visionario
Como fundador de tu negocio, se esperará de seas tú quien traiga las ideas y desarrolle las estrategias: si emerge un competidor, será tu responsabilidad elaborar un plan de respuesta; si el negocio se enfrenta a un obstáculo impenetrable, será tarea tuya desarrollar un plan de acción alternativo para seguir adelante.
Ser el alma mater de una empresa requiere de una gran capacidad de pensamiento creativo, además de habilidad para reaccionar inmediatamente, evaluar riesgos y tomar decisiones.
2. Lidiar con la incertidumbre
¿Qué tan rentable será mi negocio? ¿Sabré mantener contentos a mis clientes? ¿Lograré la fidelidad de mis empleados? ¿Lograré mantener mi negocio en el mercado por mucho tiempo?
Todos estos interrogantes (¡y más!) estarán dando vuelta por tu cabeza probablemente el 100% del tiempo. Aprender a lidiar con la incertidumbre es primordial para mantener la cabeza fría y poder tomar decisiones correctamente, sin dejarse llevar por la ansiedad.
Todo nuevo emprendedor ha de saber que ciertos interrogantes nunca tendrán una respuesta certera, sólida y confiable, de manera que si quieres emerger como un nuevo empresario has de prepararte para tratar con lo desconocido.
3. Crear el equipo
Esto es especialmente difícil si nunca has dirigido un equipo antes, pero incluso si tienes experiencia previa en la gestión de personal, encontrarás que escoger el equipo adecuado para emprender tu negocio es estresante y complicado.
No basta con encontrar candidatos que cumplan ciertos roles – también es necesario considerar el costo de su contratación, si encajan en la cultura corporativa de tu empresa y cómo su participación beneficiará al equipo en general.
Estas consideraciones son excepcionalmente difíciles cuando estás bajo la presión de las primeras etapas, en las que debes llenar esos puestos tan pronto como sea posible.
4. Ser el que pone las reglas
Ser jefe es divertido hasta el momento en el que hay que demarcar límites y establecer objetivos a cumplir. Tarde o temprano, tendrás que determinar las reglas que regirán la actividad de tus empleados, decidir la duración de sus pausas y sus vacaciones, definir las sanciones por no cumplir las reglas, exigir el cumplimiento de horarios y comunicar los resultados mínimos que esperas de cada uno de tus trabajadores en un periodo de tiempo determinado.
Para la mayoría de las personas, estos detalles no son divertidos de pensar ni de crear, pero son necesarios para todo negocio.
5. Ser el que toma las decisiones
Lo creas o no, este es probablemente el desafío más estresante de esta lista: los nuevos empresarios se ven obligados a tomar cientos de decisiones al día, desde las grandes decisiones que afectan a la compañía hasta las que afectan a las tareas más minúsculas. ¿Cuál es la estrategia de marketing a seguir? Lo decidirás tú. ¿Qué marca de café se beberá en la oficina? Lo decidirás tú también.
La mayoría de los nuevos empresarios no suelen estar preparados para este nuevo nivel de estrés. Incluso, existen profesionales de la psicología moderna que ofrecen terapias especializadas en ayudar a los emprendedores a sobrellevar la sensación de autoexigencia constante a la que están sometidos, y ayudarlos a sortear las dificultades.
Si estás preparado para enfrentarte con estos obstáculos importantes que te afectarán a nivel personal, estarás bien encaminado a establecerte como empresario. Eso no quiere decir que no sigan apareciendo nuevos desafíos a medida que pasen los años, pero al mentalizarte en que tarde o temprano vendrán, estarás listo para sortear los impactantes primeros meses, poniéndote así muy por delante de la competencia.