– Estoy al borde. Ya no puedo Susana. Creo que esto no es para mí.
Mi nueva amiga ante mí se limpió rápidamente un par de lágrimas. Fingí que no lo había visto para no incomodarla.
– Creo que no debí emprender ni renunciar a mi empleo-continuó enseguida.
Entendí su sentir. ¡Vaya que sí lo entendí! Claro que me he sentido igual. Guardé silencio para permitirle continuar y ella siguió desahogándose un par de minutos más.
¡Caray! Querid@ emprendedor@ claro que me he sentido así. Estoy segura de que probablemente tú también. Emprender es una aventura maravillosa, pero también conlleva muchos retos que no pueden imaginarse hasta vivirlos, de tal manera que creo que muchos hemos tenido pensamientos así:
“Ya no puedo más”
“Ya es suficiente, voy a renunciar”
“Me equivoqué, esto no es para mí”
“Ya no quiero/puedo continuar”
Yo también me he levantado varias mañanas sintiendo que ya no tengo fuerzas. Me sucedió cuando varios clientes no me pagaron y sentí que contribuyeron a mi quiebra; me sucedió cuando me di cuenta de lo mucho que me había equivocado y sentí que no sabía ni podía responder por esos errores; me sucedió cuando “perdí” amigos que creí que se quedarían conmigo para el resto de mi vida o cuando sentí que me “arrancaron el corazón al mismo tiempo que vaciaban mi cuenta de banco”.
¿Y sabes qué aprendí? Que todo el esfuerzo vale la pena.
Todos los errores, todo el dolor, el aprendizaje. Te lo puedo asegurar, si estás siguiendo realmente tu vocación y estás emprendiendo tu sueño, el universo conspirará a tu favor… aunque a veces no lo parezca.
Así que ¡vamos! Sigue adelante, levántate, límpiate las lágrimas. ¡El éxito te espera! No, posiblemente no será fácil, pero, así como te traerá retos también te tendrá recompensas. Recompensas inigualables, que te ayudaran a volver a creer en la magia.
“A veces te pasas de cursi Susana” Quizás estés pensando en este momento. Vale, lo acepto así para regresar al crudo modus negocio aquí te van 5 consejos para auto motivarte en esos días en los que sientes que no puedes:
Consejos de Motivación para emprendedores
1. Reconoce tus logros
Sí, si tienes logros. Eres un emprendedor, con el solo hecho de haber dado ese paso ya has avanzado bastante porque no todos se atreven a poner su propio negocio. Vamos, sé objetivo quizás aún no has ganado los millones que quieres y que puedes ganar, pero seguramente has ganado algo. Avanza paso a paso, Roma no se construyó en un día, trabaja arduamente ¡Y reconócete a ti mismo ese arduo trabajo!
2. Hazte responsable
Tú y solo tú eres responsable de tus resultados. Nadie nos estafa ni nos rompe el corazón #ExperienciaPropia, somos cada uno de nosotros los que tomamos decisiones y enfrentamos nuestras respectivas consecuencias. Te equivocarás, yo también, todos nos equivocamos. Hay cosas que solo pueden aprenderse equivocándose un poco y cuando te liberas de la etiqueta de víctima y asumes tu responsabilidad, recuperas TU PODER de cambiar y mejorar las cosas. Si alguien se “aprovechó” de ti en los negocios, decide tomar la lección y continuar; perdona y olvida, sigue adelante, no por el o los otros sino por ti. Toma la lección, aplícala y continua en tu camino al éxito.
3. Aprende y mejora cada día
Decide que cada día es una nueva oportunidad de ser mejor. Lo sé, suena cursi, pero es real ¡se puede! ¿Ayer gastaste de más? Eso fue ayer, decide que desde hoy tendrás más cuidado. ¿Un cliente se aprovechó de una falla en tu cotización? Eso fue ayer, hoy puedes poner una nueva cláusula que te proteja. ¿Ayer no supiste controlar tu enojo? ¡Eres un ser humano! Se vale, hoy puedes aprender a hacerlo. Cada día es un regalo, conviértelo en una aventura.
4. Disfruta los pequeños detalles
¿Tienes un local? Que orgullo abrirlo ¿Trabajas desde casa? ¡Qué genial trabajar desde casa! ¿Te has tenido que sentar en una caja en tu nueva oficina? ¡Será una genial anécdota! Abre bien los ojos, incluso el día más nublado tiene un poco de belleza. Escribe un poema, tararea una canción. Disfruta la soledad o la compañía. Dibuja tus ideas, escríbelas, lánzalas, compártelas.
5. Ríete un poco de tus expectativas
Bueno, no has ganado 1 millón de dólares en tu primera semana o en tu primer año. Muy pocos han hecho eso. Se realista con las expectativas, capacítate y aprende para que puedas establecer metas REALES, alcanzables y medibles. Ríete un poco si te toca lavar las tazas de café de todos tus colaboradores, si tienes que sentarte en una caja porque no te alcanzó para sillas… ¡No te lo tomes tan en serio, tan personal, tan dramático o negativo! Recuerda que siempre puedes interpretar las cosas de la mejor manera posible. Y si necesitas llorar a solas o pegarle a una almohada hazlo y sigue adelante, yo tengo una lista en Spotify especialmente para llorar un rato.
¡Todo el éxito de mundo para ti! Recuerda que sí, tú puedes hacerlo. Y sí, vas a lograrlo. Excelente día.
Recuerda que puedes seguirme en twitter: @susabaiza y puedes leer más de mis aventuras en www.susanabaizabal.com