Una Startup, a mi juicio, será siempre una interesante alternativa para quien desea alcanzar un estado de comodidad financiera. Sin embargo, el trabajo que implica, como todo aquello que vale la pena, no es para nada sencillo. Perseverancia, disciplina, pasión, fuerza de voluntad y paciencia, mucha paciencia; son apenas algunos de los elementos con que es posible echar a andar uno de éstos proyectos de emprendimiento.
Teniendo en cuenta algunas recomendaciones, será posible llegar de mejor forma, y quizá, un tanto más rápido hacia las metas propuestas; siendo aquellas las siguientes:
- No cambie sueños por razones lógicas: Siendo razonables siempre vamos a encontrar un pero o un motivo para no emprender. En esta clase de situaciones, de la misma forma que en el amor, es mejor guiarse por lo que dice el corazón.
- Deje volar la imaginación de los miembros de su grupo: No se encargue de matar ideas, procure llevarlas a cabo, y que las fallas se detecten en la praxis, más no en el papel. Sí alguien dice que es posible es porque de alguna forma lo siente y guiarse por la intuición, suele traer en determinadas ocasiones excelentes resultados.
- Defina su factor diferenciador: Es necesario antes de cualquier cosa, el que usted tenga clara cuál es su propuesta de valor. A ello se llega a través del siguiente cuestionamiento: ¿De qué manera generaré valor en el cliente? O ¿Qué tengo yo que no tienen los demás?
- Buen trato a compañeros y clientes: De una relación grupal armónica, emanarán dulces sentimientos que percibirá el cliente, y que le generarán una experiencia agradable.
- Se deben tener en común con los miembros del equipo de trabajo ideas, no sueños: No se trata de que compartan tus mismos sueños, sino de que ambos busquen a través del mismo proyecto alcanzarlos.
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