Ante la falta de una industria capaz de ofrecer a los trabajadores la vivienda que requerían, el Infonavit tomó el papel de constructor. Su quehacer ha contribuido a reducir el déficit de vivienda de manera importante en el país y en cinco años se terminará con el rezago.
Este 2012, el Infonavit celebra 40 años de su fundación, de acompañar a millones de trabajadores en la formación de su patrimonio. Más allá de congratularnos por ser una de las instituciones de carácter social con mayor trayectoria en el país, se trata de un buen momento para reflexionar sobre el camino andado y plantear el rumbo para los próximos años.
Infonavit ha sabido evolucionar, adaptarse a las condiciones de su entorno
Ante la falta de una industria capaz de ofrecer a los trabajadores la vivienda que requerían, tomó el papel de constructor, que fue dejando poco a poco, hasta asumir plenamente su papel como hipotecaria social que otorga créditos a los trabajadores y paga rendimientos al ahorro que éstos tienen depositados en la subcuenta de vivienda.
Ha sabido superar momentos difíciles en los que su viabilidad fue seriamente cuestionada e incluso llegó a plantearse su desaparición; fue capaz de plantear y poner en marcha una profunda transformación que le ha permitido lograr niveles de rentabilidad y eficiencia, iguales o superiores a los de cualquier empresa privada, sin olvidar el sentido social que le dio origen.
Casi la quinta parte de los créditos que otorgamos se canaliza a satisfacer las necesidades de vivienda de trabajadores que ganan menos de dos salarios mínimos.
La incursión en los mercados financieros no ha tenido más propósito que fortalecer nuestros ingresos para mantener el ritmo creciente de financiamiento; las 33 emisiones de Cedevis que ha realizado el Instituto en los últimos ocho años se han traducido en más de 390,000 nuevas hipotecas.
Sólo quienes avanzan pueden apreciar paisajes diferentes
Hoy, la prioridad institucional es asegurar que el trabajador no sólo ejerza un crédito sino procurar que, al hacerlo, efectivamente acceda a una nueva y mejor forma de vida.
De ahí todos los esfuerzos y estrategias emprendidas para promover mejores casas y fraccionamientos donde las familias puedan desarrollar todo su potencial. Nos importa que el trabajador esté bien y se sienta bien en el lugar donde vive.
No tenemos facultades en materia de desarrollo urbano, pero estamos poniendo al alcance de quienes sí las tienen recursos para que fortalezcan su capacidad de gestión y la hacienda local. La meta es que las viviendas que adquieran nuestros acreditados estén debidamente integradas al tejido urbano y soportadas en una adecuada red de servicios básicos y transporte.
Infonavit es patrimonio de los trabajadores y un activo del país. Su quehacer cotidiano ha contribuido a reducir el déficit de vivienda de manera muy importante en el país y, en un plazo de cinco años, se habrá abatido por completo el rezago asociado a la derechohabiencia del Instituto.
A futuro, están las condiciones dadas para lograrlo, el Infonavit debería ser la institución que acompañe a los trabajadores durante toda su trayectoria laboral, ofreciéndoles alternativas de financiamiento que sean suficientes para satisfacer sus necesidades de vivienda en los diferentes momentos de su vida, impulsando el bienestar y calidad de vida de las comunidades.