Cuando iniciaste tu carrera como blogger o escritor, lo hiciste porque era un hobbie y por satisfacción. Pero después de un tiempo, te das cuenta de que has tenido un crecimiento notable y que deseas mantener. Pero no lo tienes todo tan optimizado como deberías.
Ahora bien, empezando desde optimizar tus redes sociales y potenciar tu blog, hablamos de un gran trabajo que puede llegar a ser necesario porque, puede que dentro del más viejo de tu contenido, tengas lo más que atrae a tu público y es precisamente allí donde queremos llegar.
¿De qué calidad es ese contenido?
Empieza a hurgar un poco en el baúl de los recuerdos, que es tu página o blog, y empieza a revisar cada entrada o publicación en busca de fallas en:
- Selección de palabras clave correctas.
- Existencia de contenido multimedia.
- Botones para suscribirse o compartir mediante las redes.
Todo lo que encuentras que tenga carencias o errores relacionados a lo anterior, entonces podrás catalogarlo como entradas de baja calidad.
¿Cuánto valen para ti?
Sin importar su antigüedad, es muy importante que compartas viejas publicaciones, pero si no consideras que las mismas sean dignas o adecuadas para llevarlas a la vista pública por tus redes, con enlaces de tus más nuevos artículos y demás, quizá sea hora de darles un retoque.
No es mala idea y de hecho, es recomendable hacerlo.
¿Cómo?
Básicamente, debes hacerles cambios a las publicaciones que se relacionen con las preguntas anteriores. Replantéalas y haz que reluzcan mejor dentro de cada uno de éstos hasta que cumplan tus criterios.
Si crees que no es para nada útil esta práctica, recuerda que pueden llegar a ser:
1.- Una fuente de tráfico
Todo contenido puede llegar a perdurar en el tiempo como una referencia de algo que alguna vez fue. Pues que si consideras que su tiempo de vigencia ya caducó, te recomendamos volver a pensarlo, pues hay algunos investigadores, alumnos o profesores que podrían estar interesados en eso que compartiste.
Y en todo caso, modifícalo para que cumpla ese criterio. Por ejemplo, “¿recuerdas cuando Facebook lucía así?”. Puede ser algo que las personas usen para rememorar, o algunos, incluso para estar en sintonía con el resto.
2.- Virales
Hay mucho contenido que dura años en la red, y no llega a convertirse en algo viral hasta que algún grupo u acontecimiento lo hace “explotar”, y se vuelve algo que pasa por la mente de todos.
Por lo tanto, es muy buena idea que trates de mantenerlo tan actualizado como sea posible y haciendo que el mismo sea un acceso a más de tu contenido.
3.- Pruebas de tu experiencia
No hay nada como poder afirmar que se tiene una gran trayectoria, guiada por la experiencia que secunda todo lo que publicas. Y que sirva como referencia para quienes te siguen o pueden estar interesados en hacerlo.
No es lo mismo ir con un escritor que lleva solo un par de semanas ejerciendo, que ir con un veterano que lleva toda su vida practicando dicho arte.
4.- Más enlaces
Y por último, basado en el punto 2, vuelve a reconsiderar lo que te mencionamos al final. No es seguro que todas las personas que vean un artículo, vean otro y otro. Pero por estadística porcentual, al menos una pequeña parte de ellos lo hará. Ten en cuenta que enlazar es algo que te será de mucha ayuda.
Además de significar muy poco trabajo y poco esfuerzo, es algo que te puede salir muy bien.
¿Y qué tal transformarlo?
Nada mal como idea ciertamente. Puede que dentro de todo lo que posees, puedas decir que tienes una amplia variedad de enlaces para abarcar a cada uno de ellos, o que tienes muy pocos. Es aquí donde te puedes dar el lujo de sentirte como un Gregor Mendel y experimentar con ello
Es fácil comprender el contexto de lo que nos referimos. Piénsalo de esta forma: si quieres empezar a hacer transformación o reciclaje de viejo contenido de manera más periódica, examina qué potencial tiene el mismo.
Dependiendo del tipo de información que contengan las entradas, puedes crear cursos, generar vídeos más explicativos, hacer talleres en línea, etc. Tienes un mundo de posibilidades.
¿Solo vídeos y conferencias?
Dentro de lo que te recomendamos tienes:
- Podcasts: es decir, crear material de lo que quieres, gustas y busca tu público (del cual debes asegurarte sin que hayan dudas de lo que quieren), como un vídeo o incluso un simple archivo de audio.
Un podcast es básicamente “radio a pedido”, mediante el cual puedes hacer cumplir tus propósitos con una ganancia factible. - Diapositivas: si lo que buscas es hacer algo un poco más didáctico y quieres agregarle un poco más de tiempo, creatividad y personalidad, puedes crear Slides o una pequeña presentación para mostrar un procedimiento, hacer una explicación, etc.
La cuestión está en hacer algo, en este caso, más elaborado y completo y obviar un poco la improvisación de la que puede estar plagada la posibilidad anterior. - Imágenes para Twitter: hacer una imagen que exprese una pequeña parte, una idea o una cita que pueda ser considerada interesante, es una buena forma de reciclar tus ideas y usarlas como tu propia publicidad o incluso como un nuevo marketing de contenido (algo que revolucionará lo que haces).
- Vídeos: un pequeño archivo de buena calidad para transmitir un mensaje o realizar una explicación que puedas compartir en YouTube, por ejemplo.
- Guías: no hay mucho que decir al respecto. Puedes resumirlo a un corto PDF o que sea compatible con cualquier dispositivo para hacer explicaciones de un tema.
- Cursos: aquí por supuesto, hablamos de algo parecido a lo anterior pero no mucho, pues supone más trabajo para todo (incluso para venderlo) ya que es algo que se hace con mayor profundidad y detalle.
¿Te animas a poner en práctica estas ideas?
Este articulo fue escrito por Edith Gómez, editora en Gananci, apasionada del marketing digital, especializada en comunicación online. Se niega a irse a la cama cada noche sin haber aprendido algo nuevo. Le inquietan las ideas de negocio y, más aún, aportar una mirada creativa al pequeño mundo en el que vivimos.