Medir el éxito de tu empresa, especialmente si estás partiendo, tiene tantos caminos como especialistas existen en el mundo de los negocios. La mayoría son tan válidos y correctos como los datos que de allí obtienes. Puedes analizar, por ejemplo, el marketing y el ROI; las finanzas y el flujo de caja o las redes sociales y la cantidad explosiva de seguidores. Cada uno de estos sombreros te sentará bien, dependiendo del día y de los objetivos trazados.
Quitemos por un segundo la mirada hacia el interior de nuestras compañías y levantemos la vista. El panorama post-pandemia parece desolador y aunque los más entusiastas anticipen grandes oportunidades, para el Banco Mundial enfrentaremos la cuarta recesión más grande de los últimos 150 años, con un caída del 6,2% del PIB mundial per cápita. Como referencia, durante la crisis de 2008, la contracción alcanzó el 2,9%.
En un momento así, donde las ventas digitales parecen ser la respuesta, ¿concentrarías tus esfuerzos comerciales en base a métricas vanidosas o de dudoso origen? ¿tomarías decisiones de negocio a partir de esa falsa impresión de crecimiento? Probablemente no.
“Desde hace unos años que existe la necesidad por medirlo todo y está muy bien. Estructurar esa data, convertirla en aprendizaje para el negocio y luego bajarla a un plan táctico se transforma ahora en el gran desafío. Algunas empresas ya lo tienen resuelto y podemos notarlo cada vez que te saludan por tu nombre en un correo o te ofrecen productos que realmente comprarías. Entendieron la personalización, la ponen en práctica y llevan la ventaja”, comenta Fernando Cea, director de la agencia de contenido Azotea.
Eso todavía a modo general, porque el contexto cambió a raíz del COVID-19.
“Creo que hoy estamos olvidando una parte muy importante de la ecuación: el interés del cliente. Esos cinco segundos donde realmente te pone atención. Con el coronavirus, el confinamiento y el canal offline por el suelo, los medios digitales están más demandados que nunca. Y esa saturación no es buena para nadie. Yo, por ejemplo, ya no sé a cuál webinar apuntarme esta semana, ya no le veo el valor de los primeros días”, agrega Fernando.
Pero, luego de aventurar un diagnóstico, es momento de pasar a la acción. En este caso con tres simples indicadores para evaluar el desempeño digital de tu negocio, registrar los avances y optimizar la experiencia de tus clientes.
1. Tasa de rebote
Después de encender campañas online, enviar correos con ofertas y generar suficiente tráfico, será el momento de saber cómo responden los usuarios en tu sitio web. ¿Lo navegan o salen corriendo en masa? Una tasa de rebote alta es sinónimo de problemas serios: tu contenido no es de calidad, estás atrayendo al cliente incorrecto o la experiencia de usuario (UX) no está suficientemente optimizada para completar una compra.
Utiliza Google Analytics y plantéate un porcentaje razonable para comenzar a trabajar la tasa de rebote. Ojalá que no supere el 50%.
2. Autoridad de dominio
Puedes tener el contenido más increíble de la industria y un diseño que despierta la envidia de tus competidores, pero ¿Google te considera popular? La autoridad de tu dominio es uno de los elementos centrales de la estrategia SEO offsite y se refiere al número de enlaces externos que dirigen a tu web. No es para obsesionarse, porque también hay otros factores que importan, pero los backlinks te ayudarán a posicionarte más arriba y ser más visible en las búsquedas.
Te recomendamos analizar tu web en el Backlink Checker de Ahrefs, que presenta una escala ascendente de 0 a 100. Si tu indicador está por sobre el 20, no estás tan mal, pero bajo ese número necesitarás darle una vuelta a tu estrategia de contenido, generar alianzas con partners claves o reforzar las acciones de Brand PR. Llamar a tus amigos para que cuelguen tu link en sus sitios, como medida desesperada, también podría servir.
3. SEQ o Single Ease Question
No hay nada más importante que la voz de tu cliente y esta pregunta única te ayudará a registrar cuantitativamente su valoración.
Se utiliza con el siguiente formato: “En general, esta tarea fue…” donde el usuario deberá calificarla en una escala del 1 al 7, desde muy difícil a muy fácil.
Puedes armarla en un simple formulario de Google o cualquier otra plataforma de testeo UX como Optimal Workshop o Maze Design. Lo importante es que la agregues justo después de una tarea crítica para tu negocio: al finalizar el checkout o completar un formulario de inscripción.
Habitualmente se usa en test de usabilidad y experiencia de usuario con buenos resultados, porque es breve, fácil de entender y no requiere mayor esfuerzo para responder.
De esta manera, sin convertirte en un experto digital, puedes tomar una fotografía bien cercana al rendimiento de tu web con tres indicadores distintos, pero muy relacionados: contenido de valor, SEO y experiencia de usuario. Intenta actualizarlos cada tres meses y optimizar todo lo que puedas. Tus clientes (y tu negocio) te darán la razón.
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Acerca del autor: Este artículo fue escrito por Vicky Estrada.