Captar la atención de tu mercado, y en especial de tu cliente ideal, es cada vez más difícil ante tanto ruido y competencia. ¿Cómo hacer entonces para conectar de manera auténtica con ellos? Te lo explico aquí.
Tanto en el amor como en los negocios, la autenticidad es clave.
Parte de la mala fama que tienen el marketing y las ventas está relacionada con las veces en que, por desgracia, las marcas nos han mentido. Y el habernos sentido defraudados hace que crezca la resistencia a creer lo que se nos dice en los anuncios.
La publicidad puede llegar a ser tan molesta, que el “estímulo” que muchas empresas como Spotify ofrecen para adquirir una cuenta Premium es la eliminación de los anuncios.
Suena desalentador, ¿Verdad? ¿Entonces cómo logramos que nuestros clientes -especialmente quienes no nos han comprado todavía- se decidan por nosotros?
No sólo eso. Que te compren una vez es un logro, pero que te compren una segunda o tercera vez, o más, requiere de estrategia. No es fruto de la casualidad.
En un mundo digital, donde tenemos un consumidor bastante más informado, saturado de información e incluso más inmune a la publicidad que antes, la clave para destacar es conectar.
No es fácil salir de todo ese ruido fruto de la hiper-conexión, que prácticamente parece una conversación de sordos a gran escala, donde todo mundo habla pero pocos escuchan.
Así que a continuación te dejo algunas estrategias para conectar de manera efectiva con tu cliente ideal, y mejor aún, que te compre más de una vez:
1. No temas contar tu historia
Es increíble la cantidad de historias detrás de cada negocio, especialmente en sus comienzos. Son películas cuyo género es imposible calificar: están llenas de creatividad, acción, comedia, horror, drama, pero sobre todo inspiración. Si bien no tienes que contar absolutamente todo, hay puntos que seguramente servirían para que tu mercado se identifique contigo. Y eso permite que nazca la confianza necesaria para que decidan comprarte a ti sobre tu competencia.
Como ya lo he dicho antes, una de las razones que me ayudaron a decidir trabajar con mi mentora fue que me identifiqué con ella, con su historia detrás del conocimiento que ofrece -que no es nada despreciable por cierto ;). No es solo “la capacidad” pues hay otros profesionales que quizá ofrecen lo que tú, pero no hay dos historias iguales, y nunca sabes qué puntos van a hacer “clic” con un potencial cliente. No temas decirlo, podría ser ese el punto decisorio.
2. No empieces por el final
Hay personas que me conocen de años, pero se sorprenden cuando les digo que soy fanática del rock, en especial el “alternativo” de los 90. El vocalista de uno de mis favoritos, los Goo Goo Dolls, ha dicho: “si haces música, después puedes pensar en ponerte pantalones de cuero si quieres, eso es imagen; pero no intentes ponerte los pantalones de cuero y después intentar hacer música”.
Podemos llegar a preocuparnos tanto por detalles como colores de la web o tarjetas de presentación que podemos perder de vista a nuestro cliente ideal, nuestro por qué, y nos quedamos al final sin negocio. Esos detalles son importantes, pero no podemos preocuparnos antes por el paquete sin pensar primero en lo que hay adentro.
3. No aparentes lo que no eres
Esto se relaciona mucho con el punto anterior. Esto de contar tu historia y conectar con tu mercado no quiere decir que vas a contar una historia falsa. Como te decía al principio, es precisamente ese cúmulo de historias no auténticas y promesas no cumplidas lo que nos ha hecho desconfiar de la publicidad, así que no caigas en el mismo error.
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