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3 Consejos motivadores (y realistas) para emprendedores

Probablemente tienes muchas intenciones de iniciar tu propio negocio o actividad económica, ¡te felicito por ello!; quizás has leído muchos libros y te has motivado con la experiencia que otros han tenido, lo cual es maravilloso; a lo mejor has pedido consejo y mucha gente te ha dicho que lo intentes, y eso es fenomenal. Ahora vamos a la realidad de las cosas, las que pocas personas te dicen por temor a herir tus sentimientos, es posible que alguien te lo haya mencionado alguna vez y tú te ofendiste, te sentiste humillado o simplemente no hiciste caso de lo que escuchaste, no era eso lo que esperabas oír, ¿Verdad?

Recuerda que, para ser emprendedor, no necesitas alabanzas, necesitas técnicas reales que puedas poner en práctica en tu proyecto. Como lo he mencionado en anteriores artículos, creo mucho en el poder de la autoestima, es algo que atrae a la gente; después de todo a muchos nos gusta estar rodeados de personas que nos aporten algo, que cuando nos vean en la calle nos saluden efusivamente, que cuando nos hablen capten una voz alegre y dinámica, que cuando tengan un problema sepan que tenemos la seguridad, experiencia y confianza para ayudar a solucionarlo, que te puedan presentar proyectos y pedir consejos, ¿No te gustaría ser así?

La persona más difícil de conquistar es nuestro YO interior. Generalmente, cuando tenemos una buena idea nuestra mentalidad nos responde: “eso no se puede hacer, no tienes la capacidad, no sabes cómo hacerlo, no tienes tiempo, no tienes estudios, es poca cosa, no vale la pena mejor no te arriesgues”. Eso resulta irónico, ya que si se tratara de alguien de carne y hueso seguramente diríamos: “ya verás que si lo voy a lograr, así sea lo último que haga”, no hacemos las cosas porque estemos convencidos de ello, sino por revancha para desquitarnos de otro; ¿Tanto poder tiene la opinión de otra persona sobre nosotros? ¿Por qué entonces cada vez que nuestra mente es la que nos habla sencillamente nos damos por vencidos sin siquiera intentarlo?, nos sentamos a meditar y encontramos cerca de mil razones por las cuales no “podemos” hacer las cosas. Triste desde todo punto de vista por todo el tiempo que perdemos lamentándonos y buscando comprensión. El tiempo es un recurso que no se recupera y la autocompasión es peor que cualquier corrosivo, pues dañará nuestra capacidad de mantenernos firmes, y tendremos que recurrir siempre a otros para que se compadezcan de nuestra suerte… En serio que es deprimente.

No hace falta mencionar a grandes emprendedores que fundaron sus negocios los cuales hoy día son materia de estudio en las universidades, ni de inventos que cambiaron el rumbo de la humanidad, pienso que con mirar al lado a gente que está en nuestro entorno social es suficiente para darnos cuenta que todo es posible si tenemos la actitud correcta y contamos con la suficiente autoestima para empezar. Siempre es el primer paso el más difícil, pero una vez avanzas te das cuenta que lo importante es no detenerse ni mirar para atrás. Es el caso del dueño de la farmacia al lado de tu casa, del restaurante que abrió en tu calle, del joven que vende ropa en la esquina, del señor que abrió una ferretería, de la dama que puso su propio cuido de niños, de la pareja que se asoció para abrir una escuela de baile, del que vende comida en un puesto ambulante en las afueras de alguna actividad multitudinaria. Pero tú todavía estas preguntándote cómo hacerlo, cómo empezar. Primero debes cambiar tu mentalidad y actitud frente a los retos. A continuación te doy unos cuantos consejos que te ayudaran a tener una visión más clara de las cosas.

1. No existe tal cosa como un negocito

La razón es muy simple: cuando tu proyecto (sea lo que sea) es formado con trabajo, sudor, esfuerzo y mucho sacrificio, ¿Crees que merezca tal título? Quizás como calificativo estadístico, pero muchas personas ven este tipo de negocios como una opción después que han perdido su empleo principal, no lo ven como oportunidad, sino más bien como refugio, quizás te quedaste sin trabajo y lo consideras un retroceso en tu vida, ¿Eso crees? ¿Y si en cambio valoras la experiencia adquirida como empleado y creas una mejor oportunidad, con más variedad, con mejor atención, con mejores precios? Al principio pensaras que tal cosa no puede llamarse negocio, pues la comparas con las mega cadenas; te pregunto algo: si pones a tu familia al lado de la familia del presidente, ¿Considerarías a los tuyos como seres inferiores? Yo no lo haría, por eso debes sentirte orgulloso de tu negocio, sea pequeño, sea de barrio, sea como sea es tuyo, lucha por él, ámalo y cuídalo, derrota a tu orgullo primero y veras un sinnúmero de oportunidades a tu alrededor.

2. Los emprendedores siempre son cautelosos

A lo mejor tus deseos son abrir un taller de mecánica, quizás un salón de belleza, un restaurante o un almacén; sea lo que sea debes entender que no necesariamente hay que hacer una inversión de todos tus ahorros al momento de abrir tu negocio. Sé moderado, investiga el mercado, verifica cuáles son las alternativas de comercio en tu zona, busca los vacíos que puedas llenar y concéntrate en ello; ¡ábrete a nuevas posibilidades!, una vez empieces a adquirir clientes ellos, mismos se encargaran de decirle a sus familiares y amigos sobre tu existencia. Crecer será inevitable, sin embargo busca oportunidades para ello. Si no cuentas con muchos recursos para ampliar tu oferta, entonces modifica tu horario de servicio, tu menú, haz una llamada de seguimiento, ofrece entregas a domicilio, etcétera. Presenta algo que los demás no tienen, agrega a tu negocio el toque humano como herramienta de oportunidades, recuerda que, si tus ambiciones personales están por encima del servicio y la atención a las necesidades de tus clientes, inevitablemente estarás condenado al fracaso. La gente detesta ser tratada con arrogancia, especialmente cuando te están pagando por un servicio, así que cuidado.

3. Ten siempre visión más allá de tu entorno

Los emprendedores están atentos a invertir en todo aquello que genere ganancias, no se quedan fijos en un solo proyecto, sino más bien buscan alternativas en las cuales trabajar. Debes aprender a diversificar y tener olfato para aprovechar las oportunidades. No te quedes estancado en una sola vía, olvídate de comentarios negativos, sé cauteloso, pero no te duermas; estudia las ventajas y desventajas de tu proyecto, determina qué sector de la población se beneficia con tu idea y acude a ellos, recuerda que el éxito en los negocios no está garantizado, pero habrá algo que si lo estará y es la experiencia que adquirirás por haberlo intentado, para la próxima vez no volverás a tropezar con la misma piedra, sino regresaras más fuerte y mejor preparado.

Ten en cuenta que puedes aprender muchísimo de la gente que te rodea que de aquella que nunca has visto ni conoces; aprende a establecer relaciones, pregunta, practica, cambia tu mentalidad, evoluciona, pero, por sobre todo, cree en ti mismo, toma la opinión ajena como instrumento de crecimiento. Fuere cual fuere tu decisión de emprendimiento siente orgullo por ello, no dejes que pase más tiempo preguntándote qué vas a hacer, porque mientras tú lo piensas otro ya lo está disfrutando.

¡Muchos Éxitos!

Diego Agudelo

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