Montar un negocio, emprender una nueva empresa, ya sea como autónomo o como sociedad, en solitario o con socios, no es sólo cuestión de dinero.
La preparación como empresario, implica diversas disciplinas. Primero es muy recomendable conocer el sector en el que uno se mueve y sus particularidades y luego sin duda un empresario debe tener como mínimo bases en los siguientes campos:
- – Marketing
- – Fiscalidad, Gestión y Contabilidad
- – Nuevas Tecnologías
- – Legislación (Ley de Seguridad e Higiene, Ley de Protección de Datos…)
Pero esta preparación dijéramos “técnica” no serviría de mucho sin las capacidades que realmente serían el motor del emprendedor, y estas tienen que ver con cualidades psicológicas o personales como son:
- – Entusiasmo
- – Constancia
- – Capacidad de Trabajo
- – Eficacia
- – Organización
- – Motivación
- – Superación
Y otras muchas que se pueden resumir en simplemente cualidades para comenzar una empresa y no abandonar.
La pregunta sería:
¿Estas cualidades son imprescindibles? Y ¿Se pueden adquirir o son innatas?
Sin duda alguna si entendemos como emprendedor una persona que levanta un negocio por si mismo ya sea con socios o no, y que no es simplemente un “figurante” que tiene todo ya echo o dado por progenitores o protectores, sin duda, esta cualidades son imprescindibles, al igual que un corredor de fondo debe estar preparado para aguantar una maraton. Y si si es cierto que hay personas más dotadas y capaces, con un buen entrenamiento se pueden potenciar y adquirir. Es aquí donde entran métodos como el Coaching.
Coaching para Emprendedores.
El coaching para emprendedores se ha puesto de moda en los últimos tiempos sobre todo por la competitividad de las empresas. Pero este enfoque igual no sería del todo correcto. Un coaching más orientado al desarrollo personal que por ende potencia las cualidades del emprendedor, es la linea que se debería de seguir y la que recomendamos. Un ejemplo de este tipo lo podemos ver en este enlace.
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