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¿Qué es el «Embudo de Ventas» y Cómo Gestionarlo en tu Negocio?

el 23 marzo 2018

El “Embudo de Ventas”, muchas veces utilizado directamente como “Sales Funnel” del inglés, es un concepto fundamental para la gestión efectiva de cualquier esfuerzo comercial o de ventas. Sin embargo, es uno de esos conceptos que muchas personas llevan en la boca sin realmente entender cuál es su significado y  su importancia dentro del desarrollo de cualquier emprendimiento.

Hace algunas semanas, conversaba con un amigo muy querido quien me pidió que le explicara, de la forma más sencilla posible, qué significaba eso de la “gestión del embudo de ventas”, explicándome que el contenido que estaba encontrando en Internet desarrollaba el concepto, pero de una forma bastante técnica, difícil de entender para los que no son vendedores de profesión.

Ya sabes que uno de mis compromisos ha sido siempre explicar los temas relacionados con las ventas y la gestión de negocios de la forma más sencilla posible, que llegue y que sea entendible para la mayor cantidad de personas, por eso debo comenzar por decirte que el concepto del «embudo de ventas» no es algo que esté relacionado únicamente con las ventas o la gestión comercial.

¡En lo absoluto! La técnica del «embudo» es algo que utilizamos, yo me atrevería a decir incluso que diariamente, siempre que tenemos que escoger de entre varias opciones que tenemos disponible, aquella que nos resulta más conveniente en un momento particular.

Como siempre, me explico.

Si estás pensando en comprar un vehículo nuevo, comienzas por hacer una selección de entre los cientos de modelos que están disponibles en el mercado. Esta selección la harás según tus necesidades, deseos y situación particular, así como tomando en cuenta el dinero que tienes disponible para el tema.

Finalmente, te habrás quedado tan sólo con aquel modelo que mejor se ajuste a tus necesidades específicas.

Ese proceso de ir reduciendo todas las opciones existentes a solamente aquellas que son para nosotros las más más interesantes, es un “Embudo”, es decir: comienzo teniendo muchas opciones disponibles y termino solamente con 2 o 3, por ejemplo.

Un «Embudo de Ventas» es un proceso cuyo objetivo es mantener limpia tu cartera de clientes y ayudarte a concentrar tu atención en los prospectos con mayor potencial de negocio.

Como puedes ver, es un concepto con el que estamos familiarizados ampliamente, aunque no nos demos cuenta, y que aplicamos casi todos los días de nuestras vidas, en muchas de las situaciones que nos toca vivir. Cuando estamos planificando irnos de viaje con la familia, comenzamos escogiendo entre las ciudades que más nos apetecen, y de ellas nos quedamos con la que resulta más atractiva (y posible económicamente) para pasar nuestras vacaciones.

Igual si estás buscando trabajo: escoges, de entre las múltiples ofertas que existen en cualquier portal especializado de empleo, aquellas que más se ajustan a tus expectativas profesionales, laborales y económica.

Nada más tienes que mirar la forma que tiene el propio embudo, el que utilizamos para poner aceite al carro, por ejemplo: Tiene una boca ancha por el extremo superior (por donde entra todo) y una boca más angosta por el inferior, dejando clara la idea de que actúa como una especie de filtro, y es que realmente se trata de eso, de un «filtro de opciones».

¿Qué es entonces el “Embudo de Ventas» de tu negocio y qué ocurre dentro de él?

Ahora nos toca la tarea de trasladar este concepto de “Embudo” al área de ventas de tu emprendimiento. Si le prestas atención a todas las actividades que están relacionadas con tu gestión comercial, te fijaras que tus vendedores (o tu mismo, si estás emprendiendo en solitario) visitan a una gran cantidad de personas y empresas, luego, de ese grupo tan amplio de entidades, terminan haciendo negocios con un pequeño puñado de ellos.

Por tener una referencia, si quisiéramos ponerle números a este ejemplo, y tomáramos como referencia las estadísticas más conocidas, si has visitado y presentado tu producto o servicio a un total de 500 empresas, seguramente habrás terminado haciendo negocios sólo con 75 de ellas, como promedio.

Volviendo a los números: de 500 empresas (parte ancha del embudo) solamente terminaste haciendo negocios con 75 (parte angosta del embudo) y en el proceso de selección quedaron fuera 425.

¿Qué es lo que ocurre entonces dentro de tu “Embudo de Ventas”?

Como todo proceso de «filtración» y a medida que va pasando el tiempo, tus vendedores van visitando a cada uno de sus prospectos iniciales, los van calificando dentro del proceso de ventas según el mayor o menor potencial que tengan para convertirse finalmente en clientes, es decir, van descartando aquellos que no tienen interés alguno y se van quedando con los que sí muestran algo de interés hasta logran cerrar la venta.

El «Embudo de Ventas» simplemente describe el viaje que hace tu cliente desde que lo has contactado por primera vez, hasta que cierras un acuerdo comercial con él.

Embudo de Ventas

Fíjate entonces que, dentro del “Embudo de Ventas”, hay distintos «momentos» o etapas por las cuales cada uno de tus prospectos debe pasar, en la compañía de tus vendedores, desde que se realizan los contactos iniciales hasta que se cierra y confirma un acuerdo comercial.

Generalmente este proceso de filtración, estos distintos «momentos» se pueden agrupar en 5 etapas:

  • Contacto Inicial: La persona no conoce tu producto ni quizás tampoco tu empresa, y ha acordado recibir la visita del agente comercial por primera vez. Este contacto puede ser a través de cualquier medio. Generalmente es preferible hacerlo en persona, siempre que sea posible y que el producto lo permita.
  • Detección de necesidades: La labor inicial de todo vendedor es determinar cuáles son los problemas y necesidades que la persona (o empresa) tiene para los cuales tus productos o servicios ofrecen una solución satisfactoria.
  • Presentación de una propuesta: Una vez nos hemos enterado con la mayor exactitud posible de lo que el cliente necesita, el vendedor procede a preparar una oferta “personalizada”, es decir, orientada específicamente a demostrar de qué manera tu producto (o productos y servicios) resuelven cada una de las necesidades y problemas detectados en el paso anterior.
  • Negociación de la propuesta: Ya es en esta etapa cuando el vendedor y el futuro «cliente» discuten, revisan, modifican la propuesta económica presentada, de forma que esta termine siendo lo más precisa y adecuada posible según las necesidades y capacidades económicas que el «futuro cliente» tiene, llegando finalmente a un acuerdo en cuanto a tipo de servicio / producto a prestar, condiciones económicas, formas de pago, etc.
  • Cierre de la venta: Finalmente el ahora llamado «cliente» firma con su aprobación tu presupuesto / oferta / contrato y pasa a ser parte de tu cartera de clientes de pago.

Y es aquí cuando la relación con un cliente comienza formalmente, aunque si somos 100% honestos, tenemos que reconocer que dicha relación comenzó desde el día que se hizo el contacto inicial. Sin embargo, para los efectos de este artículo, y desde el punto de vista comercial, el “Embudo de Ventas” ya ha hecho satisfactoriamente su trabajo: ha ayudado a tu equipo de ventas a dirigir el “viaje” que hace cada uno de las personas / empresas contactadas desde el momento en que no conocían tu empresa hasta que tomaron la decisión de hacer negocios con ella.

Hay algo que debo aclarar antes de que sigamos: El proceso del “Embudo de Ventas” puede ser tan sencillo o engorroso como tu quieras diseñarlo o como el producto / servicio que ofreces lo requiera, pero su función seguirá siendo siempre la misma: determinar las distintas etapas por las que tiene que transitar una entidad desde que hacemos el contacto inicial con ella hasta que cerramos el negocio con un apretón de manos, independientemente de que vendas productos digitales únicamente, por ejemplo, o grandes instalaciones industriales.

Independientemente de la complejidad y el tipo de proceso de ventas, las etapas del «Embudo de Ventas» son las mismas.

¿Cómo gestionar entonces el “Embudo de Ventas” de tu negocio?

Una vez que tenemos claro el concepto del «Embudo de Ventas» es mucho más fácil entender el cómo se gestiona. Primero que nada el “Embudo de Ventas” le permite a tu equipo de ventas (o a ti, si vas en solitario) lo siguiente:

  • Reconocer con claridad en qué «momento» del proceso de ventas se encuentra cada uno de las personas o empresas que se tienen en la base de datos.
  • Descartar de forma inmediata a aquellos contactos que, durante cualquiera de las etapas del proceso, haya demostrado no tener interés en lo que se le está ofreciendo.
  • Orientación para que tus vendedores puedan concentrar su tiempo y energía en las personas o empresas que están en las etapas más avanzadas del proceso de ventas y que, por consiguiente, suelen ser aquellos que tienen una mayor posibilidad de convertirse finalmente en clientes de pago.
  • Poder hacer proyecciones económicas reales en cuanto al poder (o no) alcanzar las metas de ventas establecidas, el cumplimiento de cuotas por cada uno de los vendedores del equipo, proyecciones económicas del negocio en el tiempo, tanto en el corto, como en el mediano y largo plazo.

Es por ello que “gestionar el embudo de ventas” significa sencillamente asegurarte de que cada uno de tus posibles-clientes está transitando de forma fluida e ininterrumpida a través de las distintas etapas del proceso de venta, independientemente de que manejes uno, diez o cincuenta vendedores al mismo tiempo.

A medida que las carteras de clientes se hacen más grandes, la gestión eficiente del tiempo de ventas se hace absolutamente indispensable, por lo que el “Embudo de Ventas” te permitirá concentrar la atención en aquellos prospectos que estén más cerca de convertirse en clientes de pago, y no en aquellos que se encuentran en las etapas iniciales o intermedias del proceso.

Además, gestionando adecuadamente el “Embudo de Ventas” tú cómo gerente o dueño del proyecto podrás saber en todo momento si tus vendedores llegaran (o no) a sus cuotas individuales y colectivas de ventas, y entonces poder tomar las decisiones que sean necesarias según un caso o el otro.

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Comentarios (2)

Muy buen artículo.
Creo que la parte que me faltó es la de que una vez que determinas los momentos relevantes es conveniente «medir» para poder evaluar la proyección a futuro de ventas. Partiendo esto de que en algunos segmentos de la industria éstos ciclos de ventas son largos.

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Ciertamente, Juan

La medición generalmente ocurre en las últimas etapas cuando ya puedes cuantificar la cantidad de dinero que se está gestionando con cada cliente. En las primeras etapas resulta difícil esta cuantificación por no tratarse de los momentos en los que se está discutiendo una propuesta económica formal.

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