Independientemente del sector en el que nos encontremos, disponer de un servicio de atención al cliente es obvio que resulta ser un requisito indispensable para la inmensa mayoría de las empresas que ofrecen sus servicios y productos, ya sea por Internet o físicamente. Pero, ¿Es ventajoso crear o contratar los servicios de un Call Center? La respuesta no es si o no, sino que depende de muchos factores que determinan si resulta rentable ofrecer este tipo de servicios más personalizados. Factores como, qué vendemos, a quién vendemos y desde dónde vendemos influyen directamente en nuestra decisión.
Es evidente que este tipo de atención telefónica al cliente permite ofrecer soluciones instantáneas a todos aquellos usuarios que tengan dudas o problemas con nuestros servicios, el problema radica en el coste que genera su mantenimiento y el volumen de llamadas que recibimos.
Quién NO debe contratarlo
Las empresas de reducido tamaño generalmente no soportan los costes mensuales que genera este tipo de servicios especiales, por lo que es muy recomendable ofrecer un servicio de atención al cliente de forma más tradicional, es decir, ofrecer un sistema de contacto mediante correo electrónico y facilitar un teléfono de contacto al que acudir en caso de duda o problema urgente.
Por otra parte, si la pequeña empresa dispone de un capital abundante, debe considerar su volumen de trabajo y cantidad de clientes con los que trabaja, ya que a pesar de poder permitirse su instalación y mantenimiento, es posible que dada su reducida cartera de clientes, siga siendo recomendable mantener el correo electrónico como primera opción.
Quién SI debe plantearse su instalación
A pesar de seguir resultando el factor económico como el más importante, es muy recomendable realizar la instalación de un Call Center en aquellas empresas de tamaño medio o grande, capaces de ofrecer su servicio a una gran cartera de clientes, en la que las dudas, sugerencias y problemas suelen ser mucho más frecuentes.
La inversión realizada posiblemente genere sus frutos en forma de confianza del cliente, agradecido ante la rápida solución encontrada mediante la atención directa y personalizada de un teleoperador.
Existen dos formas de ofrecer este tipo de servicio de atención al cliente, la primera y más costosa consiste en la creación directa de un departamento de nuestra empresa destinado a tal fin, y la otra, posiblemente más interesante económicamente hablando, la contratación de tercero especializado en la gestión de clientes para empresas.